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Polemizando

Contra el fraude eléctrico

Contra el fraude eléctrico

 

Toca a la prensa en tiempos como estos andar de prisa con ojos bien abiertos y oídos sin  cerumen para cumplir su rol en el enfrentamiento a los problemas subjetivos que hacen más difícil la vida. Y debe acompañarse además de la paciencia necesaria para discutir las incomprensiones. El nuestro es un pueblo con cultura política e informado,  y en el propio proceso de rendición de cuentas del delegado a sus electores muestra su madurez, porque nadie se pone a pedir lo que hoy el país no puede darle. Una anciana de Virginia ni siquiera habló de los problemas con el servicio de agua ni de las roturas frecuentes en la conductora Hanabanilla, ella lo que no entiende y pidió elevar su planteamiento es que el cobrador del agua se pase hasta tres meses sin venir  y se le junte el pago, insoportable para su menguada jubilación. Quema también el tema eléctrico. La llamada lectura ciega de los contadores el último mes ha sacado a la luz muchos problemas. El país no puede continuar permitiendo el robo descarado de la electricidad y no son pocos los consumidores que cometen fraudes y deberán encarar el peso de la ley. Las cosas hay que llamarlas por su nombre, quien toma para si lo que no es suyo es un ladrón. Ahora con la lectura ciega han aparecido facturas hasta por miles de pesos. Lo más importante es la investigación de cada caso con integralidad y rigor. Porque también se ha descubierto el caso del lector que por no cumplir su obligación de visitar mensualmente cada hogar,  ha facturado a ojo de buen cubero acumulando el cliente centenares de kilo watts en el gasto energético. La viejita Nélida de la calle independencia me dijo que ella siempre está en la casa y nunca le tocan para medirle el gasto. El lector, con horario abierto y estimulación en divisas debe establecer las relaciones con el cliente que le garanticen la lectura mensual. Lo que si está claro es que nada justifica ningún tipo de fraude,  ni por parte de los consumidores, ni  de los lectores, ni de los que tienen la misión de velar por hacer cumplir lo establecido, sin dejar acumular los problemas que después traen pérdida de tiempo, reclamaciones, y malestar.

Limpiar de malezas el camino

Limpiar de malezas el camino

Para que la agricultura avance, hay que definir con claridad su rumbo, que todas las políticas tiendan a impulsar ese avance. Martí dijo “Siémbrese química y agricultura y se cosecharán grandeza y riqueza”. En la química hablan nuestros novedosos medicamentos. En la agricultura estamos gateando porque hay que acabar de precisar de una vez lo que resulta conveniente, meditar bien para no equivocarse tanto. Se indicó por ejemplo años atrás meter en corraletas las reses y ahora, prohibido trancar las vacas. Dije entonces que a quien había que trancar era a los delincuentes y los buenos ganaderos nunca asimilaron la torpe orientación. Total, si el Hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor contabilizado no da casi por ciento cuando se le compara con los cerca de 50 mil animales reportados como muertos en Villa Clara de enero del 2010 a la fecha. Claro, en las entidades estatales se denuncia poco y después aparecen los faltantes por decenas y hasta centenares de cabezas cuando llega el conteo. Y este es un problema de los jefes. Miren si es así que hace poco pusieron un nuevo jefe de una UBPC ganadera y aunque no lo crean a las pocas horas las vacas daban más leche, me puedo imaginar porqué. Siguiendo con la leche. Un tiempo atrás se potenció la venta directa en bodegas, ahora, lo que vale es la industria, pero el campesino lo que sabe es que sus vacas dan tantos litros y que si hacen la prueba colectiva con un equipo de primer mundo en el termo dos veces al mes, y vienen a decirle después que su leche se la pagarán a 35 centavos por mala calidad, pagando justo por pecador, claro que se siente estafado. Y por supuesto que el que le eche agua a la leche, estafa al estado, a los niños, y hay que aplicarle medidas enérgicas, pero debe hacerse bien. Si queremos de verdad que la agricultura cubana avance hay que definir de una vez si se va a continuar estimulando más la comercialización de productos agrícolas, que la entrega de tierras y perfeccionar el decreto 259 para motivar más a producir. Para que impartir en el futuro más seminarios sobre la contratación, si para hacer bien ese proceso estratégico para la alimentación del pueblo lo que hace falta es volcar hacia las fincas a todo el sistema de la agricultura, en comisiones, y contratar, después de tocar con la mano, el verdadero potencial. En la agricultura no basta con tener claridad sobre su misión. Hay que limpiar de malezas el camino para poder cumplirla.

Suprimir la mentalidad de pedir.

Suprimir la mentalidad de pedir.

 

Cambiar la mentalidad presupone borrar viejos esquemas entronizados durante muchos años.  Por eso no puedo estar de acuerdo con la afirmación que escuché recientemente: "El ministerio de la agricultura no ha priorizado la compra de ropa y de zapatos de los trabajadores". Podría decir que hay sectores en que sus trabajadores jamás han recibido ropa y zapatos, no tienen almuerzo, ni comedores, ni los 15 pesos adicionales. Y no es que no haya razones suficientes para estar insatisfechos con los resultados de la agricultura pero es necesario suprimir la mentalidad de pedir y pedir, por la de adquirir a precios no subsidiados los insumos que demanda la producción, que los trabajadores y campesinos ganen bien y cada cual compre lo que necesita. En mi opinión una prioridad insoslayable debe ser acabar de resolver en el sector estatal y cooperativo todos los problemas que lastran hoy los más de 300 sistemas de pago establecidos en ese organismo, para que motiven realmente la productividad del trabajo y se produzca con eficiencia. Y cuando ese trabajador tenga ingresos de 2 mil pesos mensuales y hasta más, como logran en la UBPC Desembarco del Granma y  otras entidades, entonces, con esos ingresos que compre no solo la ropa y los zapatos, sino lo que necesiten. Se acabaría la mentalidad del rey mago entregando recursos que es caldo de cultivo para el desvío, o sea para el delito y las ilegalidades, sea de un producto químico, combustible e incluso de medicamentos. Claro que habría que reajustar algunos precios, que no pueden ser subsidiados, pero tampoco irracionales. Una farmacia en cada territorio donde las personas adquieran lo que necesitan para su animal enfermo mediante prescripción del veterinario pondría fin a que los almacenes tengan más de medio millón de pesos en medicamentos, mientras falta en ocasiones al propietario por problemas subjetivos. La aplicación de estos conceptos no solamente acabaría con la mentalidad  del pedigüeño que casi siempre coincide con el que menos aporta sino que alejaría de la cadena distribuidora las manos peludas que lejos de ayudar, se aprovechan para lucrar a costa del estado y de las necesidades.

Formula para plasmar la alianza obrero-campesina

Formula para plasmar la alianza obrero-campesina

 

Boris se hizo médico. Sus chispeantes ojos verdes han recorrido el mundo. Pero hasta las calles de una ciudad pakistaní al verlo caminar podrían delatar su origen campesino. Nació en plena crisis de octubre y el padre sugirió su nombre en pago a la solidaridad de los soviéticos. Poco tiempo atrás había colmado su sueño con la reforma agraria. Una tierra que había sido fertilizada con la sangre de Niceto Pérez. Boris creció junto a las vacas, las aves de corral, los tendales de tabaco y el baño refrescante en el río donde primero desaparecieron los camarones y después el propio río por lo que ahora se conoce como cambio climático. Solo una vez discutió con el viejo siendo joven comunista, por no aceptar unirse a la naciente CPA. “Fidel dijo que era voluntario y yo puedo seguir aportando desde mi finca”, le respondió. Y así fue durante muchos años. Boris probó su mente ágil en cada escuela y aunque nunca ha podido olvidar las vacas y caballos se hizo médico, y su mayor orgullo es afirmar que el ha salvado vidas en cuatro continentes. Su padre ya no está porque los años no perdonan, pero la finca si. La recibió en usufructo un joven fornido, inteligente y afanoso y ahora produce más porque el viejo sabía empaparse de sudor pero no entendía mucho de mejoramiento genético, nuevos clones o agroecología. El Doctor Boris y el joven campesino son hoy buenos amigos y a la sombra de una hermosa arboleda que allí quedó como reliquia se reúnen los domingos para hablar lo mismo de la historia de la finca que de los precios actuales de la calabaza. Y recuerda que su papá vivía obsesionado por cumplir los planes con acopio aunque el boniato se pagara a seis pesos el quintal. Lo que hace falta es que en todas las fincas se produzca como aquí, dice Boris mientras disfruta el maizal que se empina con las lluvias, y remata con la franqueza que le aportó su origen: “yo velo por tu salud, el maestro educa, y al campesino toca producir, esa es la fórmula para plasmar y hacer indestructible nuestra alianza”.

¿Por qué tan pobre la cosecha de la papa de Villa Clara?


Regresó la papa a los mercados de Villa Clara después de estar ausente durante varios días por razones subjetivas. Ya se extraen más de mil quintales diarios del frigorífico para cumplir la indicación nacional de venderla toda en la red de 42 mercados estatales de la provincia y desocupar cámaras cuanto antes para ahorrarle energía eléctrica al país. Se perdió mucho tiempo y se propició la incertidumbre entre los consumidores que no tienen forma de explicarse el bache en la oferta.  Está bien que falte en agosto, septiembre u octubre, pero no en abril y mayo. Este es otro punto negativo que se suma al hecho de estar en presencia de una de las peores cosechas de los últimos años.  Después de tres años consecutivos en la vanguardia del país, cayeron los rendimientos en  Villa Clara a 18,7 toneladas por hectárea. Podrá explicarse que el invierno fue caluroso,  que fue un maratón la preparación de tierras y la siembra por las lluvias de septiembre y octubre pasados, y es verdad, pero con el mismo clima  Matanzas y Sancti Spiritus logran más de 23 toneladas por hectárea. Si esas provincias parecieran lejanas geográficamente digamos que aquí mismo en Villa Clara la empresa de Sagua la Grande alcanza rendimientos de 23, 7  toneladas por hectárea y Santo Domingo 22,8., mientras en Remedios fueron de apenas catorce. Nadie ha sido beneficiado con un clima especial, lo que diferencia un rendimiento de otro es la atención al cultivo, el especial cuidado que reclama la papa después de gastarse el país decenas de millones de dólares en semillas e insumos. Con ese espíritu crítico debe analizarse a mi manera de ver  lo que ocurrió en cada lugar, máquina a máquina.  Hay un déficit de casi dos mil toneladas del apreciado  alimento que no se puede tapar con ninguna otra vianda, pero bueno, se puede paliar un poco la situación sembrando de inmediato cada hectárea cosechada,  de boniato que bien escaso está. Existe el combustible y nada podría justificar la demora. Tienen nombres y apellidos los que responden por cada una de las 536 hectáreas plantas y la alimentación del pueblo es cuestión sagrada.

Agricultura, permanente prioridad

Agricultura, permanente prioridad


La producción agrícola siempre ha sido preocupación mayor de los habitantes de la isla. Miren si es así que el primer proyecto constitucional de Cuba fue de Arango y Parreño sobre la agricultura, según leo en el libro Historia del estado y el derecho de Julio Ángel Carreras.  Es que los alimentos se necesitan todos los días. Ello explica su elevación por nuestro gobierno al plano estratégico de guardián de la seguridad nacional. La misión de ese ministerio no es asegurar una exposición bien surtida por las calles, esa película la sufrieron nuestros padres y abuelos. Su  gran misión es garantizar el acceso de los ciudadanos a los productos agrícolas. Los precios no pueden ser ni tan bajos que desmotiven al productor ni tan altos que lo hagan inaccesibles al consumidor. Tener que gastar cada año casi 2 mil millones de dólares en comprar alimentos en el exterior que pueden producirse aquí constituye una espada clavada en el costillar de la nación y hay que arrancarla. Todo el que torpedee el cumplimiento de ese objetivo ayuda a sujetar esa espada. Aquello que motive más a comercializar  que a producir daña al país.  Un ministerio que trabaja bajo el acecho de lluvias intensas, sequías prolongadas o huracanes, no puede darse el lujo de convivir con tsunamis subjetivos.  Eso que llaman mal “paquetes tecnológicos” y que en realidad son insumos para la producción no pueden trocarse por lo cosechado, sino entregarse a tiempo para asegurar la cosecha. Si sabemos que los cerdos que se crían en traspatios, puede venderlos su dueño a quien le pague mejor, pretender que sustenten la oferta en los mercados estatales es condenarlos a la ausencia permanente de la proteína preferida por los cubanos.  Si quitar la calabaza de la lista de productos a  contratar, disparó de inmediato su precio en el mercado estatal, que nadie diga después que no sabía que con la yuca iba a pasar lo mismo. Llego a una conclusión a partir de una frase que leí de Nicolás Guillén. “Hay que aprender a escuchar al que más sabe”  Y en las cuestiones que conciernen a la agricultura en mi opinión deben determinar los que saben de agricultura, y después, que rindan cuentas. 

Apaguen esas luminarias por favor.

Apaguen esas luminarias por favor.

 

Guardar silencio ante un problema es hacerse cómplice. La mente parece estallar ante tantas luminarias del alumbrado público encendidas a plena luz del día. Lo mismo en la circunvalación de Santa Clara que en  calles céntricas, e incluso en varios municipios que he tenido la oportunidad de visitar durante los últimos días. Converso con un directivo de esa rama y recibo la consabida explicación, es un problema tecnológico, esas lámparas se debieran encender y apagar automáticamente. Y ante mi propuesta,  argumenta que no hay cable para ponerle un interruptor a cada una. Leo en el periódico Granma el ladrillazo administrativo  de respuesta a la queja de una capitalina sobre el tema y aprendo algo sobre las ventajas y desventajas de la celda fotoeléctrica que da automaticidad al sistema de alumbrado, mientras siguen ahí las calles encendidas a plena luz del día, incluso con el sol rajando las piedras, como se decía en el campo en que nací, en un derroche que hace vibrar de indignación a todos los que no hemos perdido la conciencia sobre la urgencia de ahorrar. Los primeros responsables son los que tuvieron el privilegio de salir al exterior, gastando el dinero del pueblo,  a contratar y comprar, sin comprobar si son factibles de usar en nuestro país, tecnologías que lejos de ayudar, perjudican al final. Y esto no ocurre solo con las dichosas luminarias, también se compran por ejemplo  máquinas forrajeras para el ganado cuyas cuchillas duran unas pocas semanas. Ahora, si ya están compradas y usándose, hay que poner el talento nacional a buscar alternativas. Y si no se puede, sería conveniente apagar todas aquellas que no resulten verdaderamente imprescindibles. A fin de cuentas la luz hace menos falta que los productos agrícolas y ya muchos no se pueden adquirir por su alto  precio. Esas luminarias encendidas de día son una bofetada a la política de ahorro a la que tanta atención le presta la más alta dirección del país. Y lo que es peor aún, desmoraliza ante los oídos del pueblo el discurso habitual que nos solicita permanecer con los aires apagados en locales cerrados, afectando la salud de los trabajadores, porque hay que ahorrar y ceñirse al plan, aunque contemplemos como siguen impunemente encendidas a las 12 del día, las lámparas del alumbrado público. 

El ganado suelto y los accidentes del tránsito

El ganado suelto y los accidentes del tránsito

 

¿Cuándo desaparecerán de nuestras carreteras las reses sueltas?. Que nadie le eche la culpa a las pobres vacas que en mi opinión son las únicas que están justificadas, porque ante el desespero por la falta de comida en estos meses de sequía, no digo yo si rompen cercas y hacen lo que tengan que hacer para buscar el pasto que brota cerca de a las vías?. Alexei Llano Artiles, jefe de seguridad y protección de la agricultura en Villa Clara me acaba de entregar el parte del puesto de dirección de la semana pasada sobre el funcionamiento de las carretas para la recogida de los animales sueltos en carreteras. Solo en la agropecuaria Corralillo en cuatro acciones se recogieron 24 reses. En Osvaldo Herrera de Ranchuelo fueron once, la misma cantidad en Remedios, y 3 en Emilio Córdova, 49 reses en total. Y estamos hablando de las que fueron sorprendidas y recogidas, porque no aparece en el parte ninguna acción realizada durante la semana en las empresas agropecuarias de Quemado, Caibarién, Santo Domingo, Yabú, Unidad Proletaria, Benito Juárez, Luis Arcos Bergnes, Macúm, Jibacoa y La Vitrina. Este es un problema muy serio, gravísimo. Muchas familias vivirán toda la vida, acompañadas del dolor de haber perdido a seres queridos en accidentes del tránsito provocados por esta causa. No hay otra opción que ser implacables. Está prohibido tolerar estos hechos. ¿Que vamos a explicar en el país que más lucha por la protección de la vida humana si chocara una guagua repleta de turistas hacia los Cayos a gran velocidad contra animales sueltos en esa vía de Santa Clara a Caibarién?. Cuando un animal esté suelto en la carretera que a nadie se le ocurra solicitar piedad para el propietario del ganado, sea estatal o privado, tiene que pagar su irresponsabilidad. Y no con una multa de doscientos pesos, lo menos que se puede hacer es decomisar el animal. Y si es estatal que el responsable pague. Después de tantos años conviviendo con este problema, refuerzo mi criterio de que solo nuestro Ministerio del Interior, con su seriedad y sistematicidad, al frente de esas carretas recogedoras del ganado suelto, lo podría resolver definitivamente. Pero se trata solo de un criterio personal, porque lo que si está claro es que todo el mundo, como ha dicho el compañero Raúl, debe hacer lo que le toca.

Las fincas forestales nacieron en Villa Clara.

Las fincas forestales nacieron en Villa Clara.

 

Los villaclareños tenemos que despojarnos de la autosuficiencia de creer en ocasiones que no las estamos comiendo. Esa idea se la escuché a Julio Lima Corzo, el primer secretario del Partido en la provincia y la recordé al leer un interesante material en el periódico Granma titulado: El bosque hecho finca. Comienza así: “Muy cerca del camino por donde se llega a Playa Cunagua, en el municipio avileño de Bolivia, está la mejor finca forestal integral del país, según se lee en el diploma entregado a principios de año por el Grupo Empresarial de Agricultura de Montaña”. Recordé también cuando fui a la inauguración de la primera finca forestal del país en Santa Clara, y contemplé no solo el manejo adecuado del bosque sino hasta aquel embalse nublado de patos, cuya originalidad significaba un monumento a la iniciativa creadora. Porque esa experiencia, es válido recordarlo, nació en Villa Clara, pero otras provincias se fueron delante y no basta con enorgullecerse con fundar si la obra se marchita después. Revitalizar el movimiento de las fincas forestales constituye un imperativo porque la experiencia dice que la riqueza forestal como cualquier otra, se fomenta y protege cuando hay sentido de pertenencia. ¿Cuántas hectáreas de árboles han desaparecido como consecuencia de incendios durante los últimos años, después de enormes gastos de recursos que comienzan desde que se usa un buldócer gastador de combustible para desbrozar la maleza?. Un finquero no se conformará con llenar su área de eucalipto, casuarina o acacia, sembrará también caobas, cedros, majagua y otras maderas preciosas. No habrá que ir con la indicación que estipula 20 por ciento de árboles frutales porque el será el primer interesado en plantar mango, chirimoya, anón y hasta las pomarrosas que protegen los ríos. Por eso es tan importante ponerle nombre y apellidos a cada hectárea boscosa, motivar a la familia que vivirá allí, desarrollar alternativas de ingresos adicionales que hagan más llevadera la vida entre follajes. Criar aves, carneros, chivos, conejos, hasta ganado vacuno. No pueden ser solamente fincas forestales, deben ser integrales. Y que su belleza comience en la portada como algunas que prueban que la agricultura está emparentada con la cultura, no con la chapucería. Si esa experiencia nació en Villa Clara, tenemos el deber de asegurar que nuestras fincas forestales integrales sean las mejores de Cuba.

Hay que “madurar” a quienes usan maduradores químicos

Hay que “madurar” a quienes usan maduradores químicos


El tema del uso ilegal de maduradores químicos ha sido ampliamente tratado por varios colegas durante años, pero no se acaba de resolver. Hace pocos días un vendedor de alimentos ligeros de Rancho Veloz lo usó para acelerar la maduración de mameyes y con el batido intoxicó a 44 personas, algunas de gravedad y ahora tendrá que responder ante la ley. En este tema como en todo, lo más importante es prevenir. Alguien me preguntaba cual era en mi opinión el mejor madurador y le respondí: el tiempo. La interrogante me trasladó a la niñez cuando mi padre colgaba del techo del bohío los racimos de plátanos cabendish, deliciosos, dulces, escasos, los que le gustan a los turistas extranjeros, decía alguien en una reciente reunión, como si a los nativos de esta hermosa tierra no nos gustaran más que el fía. Los maduradores sirven también a los tramposos en busca de más dinero fácil. Recuerden aquella lucha durante años, cuando el plátano fruta maduro valía el doble que el verde en los mercados agropecuarios estatales, se maduraban en un abrir y cerrar de ojos, se vendían a 1,20 la libra, pero en la factura seguían siendo verdes a 60 centavos como pude comprobar. En la reciente reunión que mencionaba antes, el director provincial de turismo preguntó al directivo de frutas Selectas sobre el tema y este aseguró que las entidades estatales no usan maduradores químicos. Estamos hablando de productos carísimos en el mercado internacional que el estado no compraría jamás con tantas necesidades insatisfechas para acelerar un proceso que puede transcurrir de manera natural. En Cuba casi todo está legislado pero muchas veces no lo cumplimos, como ha alertado reiteradamente el compañero Raúl y es inadmisible tratar este tema con guantes de seda. Se trata de la salud de los seres humanos, e incluso de la protección de su vida. Este problema no se resuelve con pequeñas multas que se pagan con las ganancias de un día. Conozco el trabajo que cuesta madurar una Fruta Bomba y que la leche no la dañe, pero nada justifica el uso de maduradores que dañan la salud. Es hora de que maduren quienes persisten en estos graves hechos.

Las computadoras pueden dañar.

Las computadoras pueden dañar.

 

Quizás no lo crean pero conozco un campesino que luego de sumar en  la calculadora las cifras de dinero de sus ventas a Acopio, toma papel y lápiz y saca la cuenta a mano, para comprobarla, según él.

Lo veo como un toque original de mayor confianza en si mismo que en la tecnología. Y en eso coincido con él, porque jamás las máquinas podrán sustituir el papel de los hombres, dotados de racionalidad.

 No abogo por copiar  la conducta de los obreros ingleses que quemaban las máquinas durante la revolución industrial  ante el temor de quedar sin empleo, pero si creo que dañan las nuevas tecnologías mal usadas.

En las computadoras podrán ser más bellos los informes, y ya cualquiera te hace un Power Point, pero lo más importante es que los números no reflejen incumplimientos o repitan los mismos problemas del año pasado. Puedo asegurar que en algunas ramas, y tengo ejemplos concretos, solo hace falta prácticamente cambiar la fecha y algún que otro número, cortar y pegar. El viejo Guido de la subdelegación de cultivos varios, como recuerda en ocasiones Enel Espinosa , el delegado de la agricultura en Villa Clara, llevaba a lápiz cada cifra, y usted le podía preguntar a cualquier hora del día, las caballerías sembradas de cualquier cultivo o cada quintal acopiado. Ahora, a pesar de las tecnologías avanzadas resulta más difícil saberlo porque muchas veces no suben las estadísticas desde la base productiva y usted se encuentra que salen de pronto las hectáreas sembradas en la última semana. Yo imaginaba que a esta altura, iba a estar en el disco duro de las computadoras la “historia clínica” de cada dueño de tierra, con su área, cultivos, implementos, necesidades, ventas al estado. La dirección de la agricultura, enfrascada en la recuperación de las vaquerías típicas, hará un expediente a cada vaca, hasta con las fotos, para que nadie pueda cambiar la blanca por la pinta y contribuir así además a evitar el delito. Hay que apropiarse de las nuevas tecnologías para usarlas en beneficio  del perfeccionamiento de nuestro trabajo, porque nadie podría negar el encanto del fotógrafo cuando  buscaba el enfoque adecuado con su vieja cámara aunque digitalmente hoy se puedan hacer maravillas.

 En algunos aspectos de la vida no dudo de las ventajas de seguir a la antigua, porque hay valores por ejemplo, como la moral y la vergüenza, cuyos rasgos resisten victoriosos el empuje de las nuevas tecnologías.

50 años de la UJC: Del ímpetu a la lealtad.

50 años de la UJC: Del ímpetu a la lealtad.

 

Es tan grande mi deuda con la UJC que sería una deslealtad permanecer callado al cumplir 50 años. En mi retina se mantiene aquel pequeño radio Taíno que me compró mi padre como recompensa al enseñarle orgulloso mi primer carné rojo a los 14 años.

A partir de ese instante comencé a apartarme de las travesuras del adolescente porque “había que ser ejemplo” y aprendí en su seno a subordinar el deber a algunos sueños personales. Conocí también de las actas inventadas para no reunirnos o de los por cientos de asistencia exagerados.

Mi rebelión defendiendo  la verdad ante el cuestionamiento por lo que llamaron desde la presidencia “pobre asistencia del 85 por ciento al círculo político  del comité de base”, me salvó por la intervención redentora del entonces primer secretario de la UJC en la Universidad Central, no por casualidad durante muchísimos años jefe de departamento del comité central del Partido. Esa vez, defender la verdad, lejos de costarme caro, motivó elogios, llegó una promoción y hasta integré tiempo después el plan de formación de cuadros del comité nacional de la organización. Maduración con carburo, se diría hoy con razón.

La UJC me abrió las puertas de la querida CMHW, y lo recuerdo muy agradecido. Pero más que datos biográficos prefiero compartir esencias de las vidas juveniles de mi generación.

Fueron tiempos de menos desigualdades materiales y un entusiasmo con el que podíamos asaltar las estrellas. Era común encontrarnos en los años previos al desastre europeo, en centros recreativos donde podíamos consumir con relativa holgura la cerveza o las exquisitas comidas de los restaurantes.  Pero también nos encontramos en los campamentos agrícolas, sembrando boniato, cortando caña, o con el fusil y el cargador junto a la cama en Angola o Etiopía.

También nos percatábamos y polemizábamos, sobre prohibiciones absurdas, esquematismos, y los llamados problemas ideológicos  que dañaron al amigo por hablar inglés o a Ramoncito por ser homosexual.  Pero los errores se superan y se asumen sin rencores, para que triunfe lo más bello del alma.

 Solicito con humildad que me perdonen la envidia que siento de los jóvenes, que sueñan, exploran y descubren. Por eso reclamo a los 50 años, como la UJC, la doble militancia, porque no encuentro diferencias entre los dos carné. Y sería imperdonable dejarse abandonar por la frescura, el ímpetu, y la energía de la juventud, que debemos sumar a la lealtad, para seguir creciendo en este instante crucial de la patria.      

Sobre la venta directa de las cooperativas al turismo.

Sobre la venta directa de las cooperativas al turismo.


Nunca podré aceptar dígalo quien lo diga, que es mejor una mala idea nueva que una buena idea vieja, porque en cualquier contexto sería negar el pasado y solo sobre la base de la experiencia anterior pueden enfrentarse los retos de hoy.

No es mi ánimo filosofar y elaborar tesis e hipótesis, pero que nadie crea que todos los experimentos dan resultado. Vayamos a lo terrenal para que se entienda.

El país decidió que las entidades productivas puedan vender directamente al turismo, y el concepto está claro, partiendo de lo dañino que son las prohibiciones.

La simple lógica refutaba que una cooperativa al lado del hotel Hanabanilla no pudiera venderle productos cosechados allí mismo y tuvieran que ir primero a una empresa acopiadora para regresar al hotel. Villa Clara asumió la nueva idea con entusiasmo, de tal manera que de las 22 cooperativas del país que contrataron para vender directo al turismo 8 son nuestras. Los precios se establecen por acuerdo entre las partes y allí los productos pueden venderse mucho más caros.

Pero enseguida apareció un problema, ¿quien suministra el combustible para esa actividad no planificada?. ¿Se le va a entregar subsidiado para vender una piña al doble del precio?.¿ Como explicar después si la agricultura de Villa Clara entregara combustible a una cooperativa de Corralillo para que venda sus productos en Varadero, mientras ha faltado para regar el tabaco que significa divisas para el país?. ¿Puede una cooperativa que no ha podido abastecer un simple punto de venta asegurar un surtido amplio a un hotel?. ¿Puede ser más conveniente una hilera de camiones de cooperativas hacia los cayos, cada uno con lo que pudieron rastrear por las fincas, en ocasiones subutilizados, que uno solo con todo el paquete completo de productos?

En esa función nadie puede sustituir el papel de la empresa estatal Frutas Selectas, que a pesar de no contar con precios de compra privilegiados vende más de un millón de dólares todos los años y en estos momentos solo le falta melón para ofertar. Pretender que sean las cooperativas las que abastezcan al turismo es como creer que los carretilleros pueden asumir la función de los mercados agropecuarios estatales.

La venta directa de las cooperativas al turismo debe ser un complemento, es justo y provechoso que estén autorizadas, pero además de no estar en la letra ni el ánimo de la legislación aprobada, no están en condiciones de suplir el papel de nuestras empresas estatales.

Con la leche de los niños no se juega

Con la leche de los niños no se juega

 

Con la leche de los niños no se juega, dije hace varios años. Hay múltiples causas detrás de ese incumplimiento en más de 200 mil litros acumulado en Villa Clara. De que vale que la masa de ganado crezca si no se resuelve el desorden con el destino de la leche. Ranchuelo entregando 300 litros diarios con más de mil ganaderos, eso da medio vaso por productor. Es una vergüenza. La mitad de ese volumen lo entregaba él solo el difunto Esteller Rivero Díaz, conocido por “el viejo Maceda”, allí en San Juan de Los Yeras. Una vaquería de La Vitrina, la número cuatro, solo con acuartonar, asegurarles la comida a las vacas y chequear diariamente su proceso productivo ha dado un salto enorme y ya va por 420 litros diarios. En Remedios hicieron una auditoría y la entrega creció notablemente de febrero a marzo, cuando la sequía es mayor. Hay quien ordeña hoy a la 1 de la tarde, y tranca la vaca sin comida a las 4 en una corraleta. Al que debieran trancar es al que cometa ese abuso. La vaca de  Machito en Manicaragua daba un litro, la vendió a un campesino que tenía caña y kingrás y al mes daba como seis.  Hoy se exige con rigor la calidad, y si no da los parámetros de peso exigidos se paga a 35 centavos el litro. Lo que el guajiro no entiende es que se lleven la muestra y varios días después le digan que le faltaba peso, estaba aguada, que si la reductasa, la grasa, el copón divino, el no sabe nada de eso  y  solo dice que la sacó directa de la ubre y que otro puede haberle echado agua en la cadena. Al que haya perdido la vergüenza, hay que demostrárselo en su cara, sea quien sea, pero que no pague justo por pecador. Otros factores contribuyen al incumplimiento de la leche. Se desvía la producción, infinidad de puntos de venta por cuenta propia venden leche, yogurt, helados, mientras el país gasta divisas para comprar leche en polvo en el exterior y asegurar el alimento a los niños.  Una cooperativa del movimiento millonario ha estado varios días sin entregar un litro, o sea se violan los contratos. Cuando no existían termos se cumplía, ahora cada vez que uno se rompe, y hay como 18 rotos, se usa como justificación para no entregar la leche.  Ni termos, ni Norgold es lo que más le hace falta a nuestra ganadería. Lo que más reclama es prepararse para la sequía con comida y agua, controlar el destino de la producción, y analizar con integralidad los demás factores que contribuyen a poner en riesgo el acopio de un alimento sagrado, porque está destinado a los niños y a los enfermos.   

Carmelo, reto a la voluntad y la perseverancia

Carmelo, reto a la voluntad y la perseverancia


Con 90 años Carmelo Cabrero, el ciclista solitario, no se cansa de pedalear. Es un ejemplo de voluntad y perseverancia. Este fin de semana llegó a Villa Clara con tres días de adelanto a la fecha prevista, como lección de voluntad para morosos y en la base de campismo Arcoiris, en el breve descanso para reemprender la marcha hasta la punta de Maisí, logré sortear su modestia con mi interrogatorio.

-Bienvenido Carmelo, ¿como se siente, como lo recibieron?

- Ahhh, la historia de llegar a Santa Clara no te la quiero contar, porque fue tremenda....Pero no te preocupes, fue muy positiva, me he sentido superbien, esto no es una base de campismo, esto es un paraíso,  chico.

- Pero, ¿Quien es Carmelo, el ciclista solitario?

- Bueno yo no soy puro capitalino, pero llevo tanto años viviendo en el Vedado que me siento habanero aunque mi mente jamás abandona el pueblo que me dio la vida que fue Nuevitas.

Su cuerpo ágil es resultado de una vida sana, sin humo y sin alcohol, alimentos puros y poca sal.

- En mi pueblo donde crecí hasta los 17 años no había hospitales, no había carreteras que nos condujeran desde Nuevitas en la costa norte hasta Camaguey, la capital provincial, no había acueducto, no había de nada,  allí me crié semidesnudo y descalzo, porque no había dinero para comprar zapatos.

Con el primer dinero que ganó ayudando a los estibadores en el puerto Carmelo compró una bicicleta a plazo. Los años pasaron y Carmelo Cabrero se convirtió en el ciclista que asombra por su voluntad.  Dos vueltas a Cuba, varios recorridos y cuatro subidas al Pico Turquino anteceden a este viaje que él llama de despedida, y que dedica al legendario Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, a los 5 héroes prisioneros del imperio,  y como regalo a la UJC en su  aniversario 50 este  4 de abril.

-¿Que si soy amigo del campismo?. Yo soy amigo del campismo antes  de que el campismo naciera, porque yo lo hacía por mis propios medios. Me iba a los montes, disfrutaba el sonido de los pájaros, me bañaba en los arroyos, en el mar. Todo eso lo tenía dentro de mi y cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro tuvo la idea de crear el primer campismo yo fui  de los primeros en ocupar una de aquellas carpas de lona.

- ¿Y por qué este es el viaje de despedida, tan fuerte que se le ve todavía a los 90 años?

Yo creo que debemos ser concientes de que la edad nos va afectando y no tenemos la fuerza de los 18 años. Entonces pienso que debo cesar estos viajes largos que son tan difíciles en una bicicleta. Quiero despedirme con honor, porque mire, siempre he dicho que la voluntad de vencer un objetivo es más poderoso que las fuerzas para realizarlo, y así voy a hacerlo ahora. Aunque me falten fuerzas voy a llegar a Maisí.

¡¿Qué siente Carmelo, que se ha convertido en una personalidad nacional pedaleando una bicicleta?

No, no, me duele que me digas eso,  porque personalidad nunca he pensado que soy. Simplemente soy un humilde ciudadano que ama por sobre todas las cosas a la naturaleza.

Si Cuba cambia, también la prensa debe hacerlo.

Si Cuba cambia, también la prensa debe hacerlo.


No es oficio el periodismo cubano, es una profesión, decantada en estos años duros por la flaqueza material que genera a quienes la escogimos, las incomprensiones que la atenazan y la crítica nada mesurada que recibe desde muchos flancos. Pero aún así, quienes lo ejercemos porque de callarnos el corazón se rebelaría contra nosotros, sabemos que si el país cambia, también la prensa debe hacerlo. El pueblo sabe como oxigenar nuestro ánimo con su poder supremo para discernir las verdades. Sabe en primer lugar que urge transformar con mayor premura todavía el engranaje burocrático que traslada sus males a la prensa, la cual de tanto escuchar termina en ocasiones repitiendo hasta el lenguaje administrativista y tecnócrata. Porque nadie toma la mano del artista cuando pinta sobre el óleo, pero la del periodista debe esquivar con soltura y elegancia la de quienes se atribuyen el derecho a decidir lo que la gente debe o no saber, aunque la noticia corra siempre más ágil aún que el manantial y cualquier intento de impedirlo solo sirva para enturbiar sus aguas. El periodista debe aprender a sortear los elogios pueriles, mordaces discrepancias o agasajos, que lo puedan apartar un milímetro de la verdad. Debe ser ético en la crítica y tener además el valor de afrontar asperezas. ¿Que desea esconder el funcionario que no da acceso al periodista a la información?. ¿Por qué menosprecia de tal modo la labor de informar, o peor aún, arroja dudas al ambiente, al impedir la presencia de la prensa en su reunión?. El estilo es inherente a cada colega e irreverente afirmo que no cumpliría jamás indicación alguna que me sugiera encaminarme al triste plagio. Llegar hasta el fin de un tema es elogiable, pero es de un valor incuestionable apenas denunciar, después de investigar, lo que anda mal, porque el periodista no está obligado a completar su labor al responsable. Y exigir respuestas no corresponde solamente a los periodistas, que hemos dado pruebas de no ser simples espectadores del momento crucial que vive nuestra patria. Fue Marx quien escribió que “la censura rodea a cualquier libro prohibido de una aureola de martirio”. El compañero Raúl nos ha llamado a combatir y a cumplir nuestro rol. Puede resultar más cómodo puntualizar las culpas del entorno sin mirar hacia adentro, olvidando que la autocensura también daña. Cada cual tiene bien definida su trinchera, y debemos desterrar de una vez el periodismo lisonjero, teorizante y tedioso para llegar al corazón y el cerebro de la gente, lo que sería otra prueba de lealtad.

¿Y que se hizo la carne de cerdo?

¿Y que se hizo la carne de cerdo?


¿Que pasa con la carne de cerdo, porqué se ha perdido de los mercados estatales?, me preguntan constantemente como si fuera tan fácil responder la pregunta. No puedo hacer como Prometeo que le robó el fuego a Zeus y se lo entregó a los mortales aunque su noble gesto le costara ser encadenado para que un águila le devorara las entrañas. Solo puedo decir lo que mi moderada experiencia me hace creer, la carne se comienza perder de los mercados a partir de la decisión de autorizar su venta por todas partes a los denominados precios de oferta y demanda. Pero quien no ve carne de cerdo en los mercados, carga enseguida contra la agricultura y la empresa porcina, aunque cumpla sus planes. Existe la  llamada producción propia, que es la suma de la estatal y la procedente de los convenios, estos últimos con serios déficit en el suministro del pienso comprometido, y que se salva a partir de la siembra de alimentos por los productores. De esa carne el mayor volumen es de balance nacional, y no tengo que explicar lo que eso significa. Para los mercados estatales quedaría la que sea capaz de comprarse en la provincia a precios diferenciados. Pero ese precio diferenciado es muy inferior al que pagan los particulares a 14 y 15 pesos la libra en pie, lujo que se pueden dar y pagar al contado  por los altísimos precios a que la ofertan y no bajan ni un centavo, lo mismo en Manicaragua que en Placetas que es el mayor productor del país, aunque en materia de consumo les reporte muy poco. Entonces ¿que pasa?, que nadie quiere contratar ese cerdo de traspatio o de cría particular con alimento propio para venderlo más barato y tener que esperar después por el cheque, cuando hay otros autorizados que lo pagan al momento y a mucho mejor precio. Esa es la verdad, en el lenguaje claro que se aprende en el ámbito rural. ¿Cual es la solución? . Quizás aburra a quienes no comparten mi criterio o no discrepan, a pesar de la constante solicitud del compañero Raúl, pero ese problema se resuelve y no solamente en el caso de la carne de cerdo con la aplicación de precios topados para todo tipo de vendedores. Claro que los particulares no podrán pagarla entonces a 14 o 15 pesos en pie, claro que ganarán un poco menos los mercaderes de la carne, pero son inmensa mayoría las personas que respirarán agradecidas al volver a tener acceso, aunque fuese una vez al mes, a la proteína animal por excelencia de la familia cubana.   

Libros deportivos que se beben

Libros deportivos que se beben

La feria del libro es una fiesta. Lo confirmé al ver el parque Vidal convertido en un estadio abarrotado y no fue para disfrutar de un tope deportivo. Se llenó de personas ansiosas hasta el desorden por adquirir dos libros memorables sobre el tema Los hombres de negro de José Antonio Fulgueiras y Casos y cosas de la pelota de Osvaldo Rojas Garay. Los libros de Fulgueiras no se leen, se beben, o mejor aún, se tragan de un tirón, porque envuelven desde el título al lector con su sentido del humor. Este último, Los hombres de negro, llega con la originalidad de su pluma dando voz a los que tienen la espinosa misión de impartir justicia y supe la verdad, porque Reinaldo Taladrid pifió al poner en boca de otro que fue Izquierdo quien dijo a un pelotero que lo ofendía en medio de una calurosa jornada dominical, Olvídate, que no te voy a expulsar, te vas a meter con migo el doble juego. Que suerte he tenido de disfrutar la amistad de Fulgueiras que saltó a fuerza de talento de la corresponsalía voluntaria a las cumbres del periodismo y de las letras. A Osvaldo lo he visto crecer desde finales de los años 70 en que lo acompañaba al Sandino a riesgo de regresar como pudiera hasta el Pre Tony Santiago. Que bueno que ha podido convertir su memoria prodigiosa en tesoro colectivo y cuando al paso de cien años investigue alguien sobre el béisbol cubano de esta época tendrá que rebuscar obligatoriamente hasta encontrar Casos y Cosas de la pelota. Osvaldo es una gloria nacional aunque su modestia innata solo logre arrancarle una sonrisa y lo dice un admirable príncipe de las letras villaclareñas, Yamil Díaz inmunizado contra lo falso y lo superfluo. Habría que ver cuantos gallardos superarían las terribles zancadillas que le ha impuesto la vida, pero sigue ahí en pie, no a la espera de manos piadosas, sino batallando y demostrando lo que es. Allí estuvo en la presentación Abel Prieto Jiménez, que no es un ministro más. Con su sensibilidad poco común, le pidió a Osvaldo que se lo autografiara. -Ojala lo disfrute con la misma emoción que le proporcionó la victoria de Pinar del Río en la serie pasada, le escribió Osvaldo y enseguida escuchó. - Lo leeré con mucho placer. Entonces yo, que a su lado he estado siempre como edecán o escolta espiritual y lo he visto sufrir, porque a Osvaldo todo le ha resultado difícil, hasta conseguir un empleo, quizás entienda como nadie a Yamil cuando dijo, que lo había emocionado más el libro de Osvaldo que los suyos. Y si no he dicho todo lo que merece este ilustre hijo de Báez, imaginando con cuanto orgullo habrían vivido este momento, Charles, Caruca y William, que ya no están, es por ese perverso complejo campesino que no he podido arrancarme, porque se muy bien que muchas personas saben que Osvaldo no es mi amigo. Osvaldo Rojas Garay es mi hermano.

Guerra al burocratismo

Guerra al burocratismo


La vida burocrática tenémosla por peligro y azote”. Son palabras de nuestro José Martí que advierten del año de quienes se anquilosan en la inercia y ni le exigen esfuerzo al pensamiento para buscar soluciones rápidas a los problemas.
A finales de los años 80 publiqué un material en el periódico Trabajadores con la fotografía en primera plana mostrando una enorme carga de frazadas de piso acumulada en nuestra fábrica santaclareña con la producción detenida, porque no se había determinado el precio de la nueva hilaza utilizada.
El propio día en horas de la mañana recibí la llamada telefónica anunciando la decisión tomada por el ministerio, entonces llamado Comité Estatal de Precios. La aprobación del nuevo precio destrabó el problema de inmediato.
Cuando hoy se choca con dificultades similares uno tiene la impresión, para no poner en balanza la vergüenza, de que ha crecido la mentalidad burocrática.
El compañero Raúl ha dejado clara la política de evitar apresuramientos en las cuestiones estratégicas porque la obra mayor de la revolución no puede ponerse en riesgo bajo ningún concepto. Pero esa justa política no presupone que deba demorarse tanto tiempo la aprobación del nuevo precio del ladrillo y se acumule en talleres sin salida la producción de más de siete meses. Cuatro pesos por un ladrillo ofendía hasta el sentido común. Molesta que haya burócratas que ni se inmutan ante el precio de diez pesos por un cepillo de dientes, necesario para la salud humana en el país que más hace por garantizarla. E irrita más todavía tras haber leído en Cubadebate que por el lento movimiento del cepillo dental en el mercado nacional motivado por su precio, el surtido principal de la empresa avileña que lo produce, carezca de contratos para el 2012. Estas cuestiones deben decidirse con agilidad para evitar contradicciones entre el discurso oficial y la realidad.
Por otra parte, todo lo legislado actualmente no se puede adecuar de un tirón, hay leyes que requieren tiempo de análisis para evitar errores, pero es necesario apurarse a mi juicio en la promulgación de algunas regulaciones, la corrección de determinados precios y la adecuación de la cuantía de algunas multas, como esas de 10 pesos que imponen hoy los veterinarios por graves hechos.
Con razón hoy se exige más eficiencia a los que producen.
Quienes trabajan en oficinas, una labor mucho más noble, tienen la obligación de acompañar ese esfuerzo agilizando las decisiones que resultan perentorias.

Poner fin al derroche

Poner fin al derroche

 

Estos son tiempos de  ahorrar porque esa forma verbal resume la mayor reserva material que poseemos. El derroche en estos tiempos debe ser una palabra prohibida del diccionario y de la vida. Mirémonos por dentro y veremos cuanto más podemos ahorrar prácticamente en todas las ramas, desde la electricidad en hogares y centros de trabajo hasta el papel que se gasta en infinidad de informes y actas que en ocasiones ni se leen. En actos, eventos o simposios también se gasta combustible y otros recursos que en ocasiones faltan para la producción y muchas veces duran más tiempo del necesario para cumplir sus objetivos. Cambiar la mentalidad significa entre otras cosas analizar cada acción que nos proponemos ejecutar y preguntarnos antes, si ayudamos al país y se justifica el gasto. El tiempo es además un recurso que no se recupera y usarlo racionalmente debe ser una de nuestras principales banderas. No es en reuniones, oficinas, eventos o informes donde se producen los bienes y alimentos que necesitamos, por tanto el mayor tiempo de los que tienen responsabilidades debe dedicarse al contacto directo con los que   producen, no en teatros, sino allí en el surco o el taller, conociendo los problemas que aquejan el proceso productivo y los servicios, y hasta  el estado de ánimo de los colectivos e individuos, como ha sido siempre política de nuestro Partido. Es en ese contacto además donde se conoce la realidad por dentro. En las reuniones he escuchado autocríticas epidérmicas ante críticas ineludibles, pero prevalece el afán de ocultar los problemas a los superiores, como por instinto de conservación. Si todos los administrativos desterraran la mentalidad oficinesca de su actuación cotidiana no tendrían que venir otros órganos como la policía o la fiscalía a descubrir las violaciones, ilegalidades, chapucerías y hasta el delito. Para lograrlo cada administrador debe actuar como el principal inspector de su centro las 24 horas y no como se comprueba en cada recorrido que muchos están ausentes. Quien no pueda con determinada tarea, no falta a la ética, todo lo contrario, si entrega el guante a quien pueda hacerlo mejor, como en el béisbol. El compañero Raúl fue enfático cuando afirmó recientemente “no vamos a permitir que se cometan una y otra vez los mismos errores”