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Polemizando

Hasta donde llegará el precio de los frijoles.


La experiencia es quizás el único subproducto efectivo de la suma de los años. Y como se ha ido emblanqueciendo mi cabello, me aventuré a pronosticar hace mas de un año lo que pasaría con el fríjol. Hasta el Granma publicó nuestra opinión y el directivo nacional respondió con rutinarios argumentos que provocaron una fuerte coletilla del periódico. Cuanto lamento no haberme equivocado. Ya los frijoles andan por los 14 y 15 pesos la libra, a oferta y demanda, inaccesibles para la mayoría que no le queda otra alternativa que acudir continuamente al siempre inolvidable y valioso chícharo, afortunadamente “estatal y socialista”. Resulta significativo apreciar que lejos de reconocerse en su justa medida el triunfo que significa para la economía nacional sustituir las importaciones del grano, la familia solo atina a pensar en el alto precio de la calle porque las 10 onzas por consumidor, que llegan cada mes a la bodega, se agradecen, pero evidentemente no alcanzan para un potaje como ya he dicho. Si Pirro fuera un cubano de hoy, al pensar en el precio de los frijoles, quizás repetiría la frase que lo inmortalizó: “Con otra victoria como esta estoy perdido”. Por eso Fidel dice que “el revolucionario tiene que estar incesantemente pensando”, porque cada medida tiene consecuencias. Miren ahora, por ejemplo, se sobrecumple el plan de maíz para sustituir importaciones, una magnífica noticia, pero como se ha comprado todo a precio subsidiado, a 280 pesos el quintal, incluso el que no estaba contratado, ahora tenemos que pagar la harina más cara que el arroz. “Cosas veréis Sancho”, repetiría el quijote. Pero vuelvo al fríjol que ya su precio nos asfixia, amenazando con superar el de la carne de cerdo que se oferta en Villa Clara a 17 pesos la libra. La macroeconomía no puede divorciarse de la microeconomía, de esa que requiere cada familia para vivir. Y más importante que alimentar el discurso administrativo con cifras de toneladas que sustituyen importaciones, por verdaderas que sean, es cumplir la misión principal de la agricultura que es alimentar a las personas. Recuerdo cuando hace exactamente 11 años, en noviembre del 2003, el consejo de la administración provincial bajó el precio del fríjol de 7 pesos la libra a 6,50. Y continuo pensando que el tope de precios es la única salida conveniente para todos, menos para los especuladores, avasalladores de los más humildes consumidores.

Contra la legalización del desorden y la especulación.

“Lo importante es no dejar de hacerse preguntas”. La frase es de Einstein y la comparto. Sospecho del éxito tanto del que todo pretende dejarlo como está como de aquel que procura transformarlo todo. En materia de comercialización de productos agropecuarios ninguna idea fue más fructífera en Cuba a mi juicio, que la creación de la red de mercados estatales. Su nacimiento y primeros años fue la época de mayor éxito de nuestra agricultura, la menos cuestionada por los consumidores, con decenas de productos en venta y el establecimiento de precios de compra al productor y minoristas por los consejos de la administración, órganos que tenían la posibilidad de realizar cualquier corrección todos los meses. Lo que se ha inventado y funciona ahora es el potrero de Don Pío. La mentalidad del Trigal, sea en la Habana o en Buen Viaje en Santa Clara, significa en la práctica la justificación de la inmoralidad y la legalización del desorden. Allí está la génesis de la red de especuladores que multiplica el precio de los productos mientras enriquece a los que no sudan la camisa en el campo. Por otra parte, los denominados precios por acuerdo, que a fin de cuentas los establece el comprador, constituyen una burla al sentido común y una barrabasada ética y económica. Ilustro con un ejemplo: hace pocos días compré una calabaza exquisita en un mercado de Santa Clara  a 85 centavos la libra. Ahora llega pálida, sin la calidad de aquella, a un peso 10 centavos la libra. ¡ Es como para enloquecer al productor que no sabrá nunca a que precio podrá vender su mercancía, además de la brecha que se abre a la posible corrupción!.  Villa Clara podría demostrar al país lo que es mejor en materia de comercialización agropecuaria. Mientras se analizan los resultados de otros prolongados y cuestionados experimentos, luchemos por  situar a nuestros mercados agropecuarios en su mejor momento. Y probemos donde está la verdad, a pesar de las circunstancias adversas que se han creado con la implementación de los llamados “precios de oferta y demanda” por todas partes. 

En Cuba nada sobra, sin embargo se derrocha.

 

 

Ya sabemos que en Cuba nada sobra pero difícilmente encontremos más derroche en otra latitud. Revise solo mentalmente eso que llamamos deshechos sólidos y comprobará que casi todo es reciclable. Y no es que no se le haya dado importancia, hasta el consejo de ministros ha discutido el tema pero donde no somos eficientes ni ágiles los cubanos es en la implementación de algunas políticas que se aprueban. Cuando era menos necesario, por los años 70 y 80 del siglo anterior, en cualquier bodega te compraban las botellas vacías. Ahora que solo venden seis productos normados no te la compran. Ni en el rescate de materias primas, ni en otras ramas creo que todo pueda resolverse dejándolo en manos de los particulares. En tiempos en que los salarios de la mayoría no alcanzan, mas que donar, la familia necesita vender todo aquello que ya no necesita y no veo fórmula mejor para lograr el reciclaje que poner a funcionar puntos de compra cercanos al hogar, donde el ciudadano pueda llevar de todo y que se lo compren a un precio adecuado, desde los envases de medicamentos, hasta los periódicos que ya leyó, cajas de cartón, files de huevos, o libros que nadie compra, a pesar de la escasez y precio del papel que sale de los árboles. Desde viejos neumáticos hasta ropa usada, frascos de vidrio o latas de cerveza. Debiera existir precio y mercado hasta para los escombros, que triturados se convierten nuevamente en material de construcción. ¡Cuanta chatarra necesaria hemos botado por no tener una vía expedita para venderla!. Si nos compraran a precio justo todo lo que ya no necesitamos, desaparecerían hasta los llamados buzos, que duelen y contaminan. Diría incluso que con menos tanques estarían más limpias las ciudades. Pero es importante que desaparezca la mentalidad de despreciar lo viejo, de que solo tiene valor el nuevo refrigerador y no el usado, y fomentar la mentalidad de recuperar todo lo que sea recuperable. Quizás la junta de su Haier solo necesite de nuevos imanes porque se conserva intacta, pero aunque nadie niega los tropiezos de nuestra economía, hay que seguir esperando hoy por juntas nuevas que no aparecen. Nada sobra en nuestro país, incluso ni los deshechos líquidos que llamamos sancocho. Hay que recuperarlo todo. Quien tenga una propuesta mejor, que la exprese, pero por favor, QUE se implemente.

La broma del comandante Juan Almeida

 

Espontáneo es el cariño del pueblo por Juan Almeida Bosque. Lo ganó no solo con su historia desde que cambió por el fusil la cuchara de albañil, sino porque a la disciplina y la lealtad unió un carácter sensible y afable. Cinco años han transcurrido ya desde su muerte y yo lo sigo viendo caminando junto a Fidel y Raúl, con la sonrisa campechana en el rostro y el mismo corazón que gritó en aquel momento extremo de la guerra en la Sierra, la frase que inculcó en millones de cubanos no hablar jamás de rendición. Tengo vivos recuerdos del heroico Comandante en algunas coberturas de prensa, pero más me marcó su rostro aprobatorio mientras exponía criterios polémicos en una asamblea provincial del Partido presidida por Raúl en noviembre de 1999, porque Almeida como sus jefes, nunca temieron ni a las balas ni a las palabras. Después lo contemplé durante cinco años en la Asamblea Nacional con su modestia innata, parecía el mismo joven que se le había escapado a la muerte detrás de una cuchara en El Uvero, siempre presto a saludar, a escuchar, sin el menor atisbo de jactancia a pesar de la altura de sus méritos. Pero Almeida no solo fue el revolucionario ejemplar, el dirigente popular que los santiagueros conocieron más de cerca, el recto y justo jefe que dejó su impronta en esta región del centro del país. Era también el músico constructor de un arte alejado del espíritu sensiblero como esa Lupita encaramada para siempre en el alma del pueblo. Pero Juan Almeida Bosque era también un bromista, que hacía un chiste en un instante como cualquier cubano. Lo que relataré me lo contó Miguel Díaz Canel, entonces primer secretario del Partido en Villa Clara al otro día de la Tribuna abierta de Manicaragua en el 2001, donde tuve el privilegio de hablar y que fuera presidida por el y por Raúl. Comencé mis palabras diciendo “Vengo a hablar al pie de estas montañas que me vieron nacer y crecer cuando los enemigos quisieron convertirlas en guarida del odio y la traición”…Como no fui dotado de una estatura alta, el comandante Juan Almeida, con la picardía propia del cubano, aclaró de inmediato: “Las montañas lo habrán visto nacer, pero no crecer”.

Ante la desigualdad de ingresos precios diferentes

 

 

Los cubanos necesitamos, que al salir a comprar sobre todo los productos de primera necesidad, haya una amalgama de precios diferentes, en correspondencia con el poder adquisitivo de cada cual teniendo en cuenta las notable diferencias de ingresos que existen actualmente. Y hoy encuentras productos subsidiados para todos sin excepción, y otros con temibles impuestos de circulación. Si hablamos de los productos agrícolas lo mismo puedes topar en una feria con un hermoso tomate barato traído desde una distancia de 40 kilómetros que uno antiestético y carísimo cosechado a escasos metros de la venduta. Son cosas que pasan que no tienen nada que ver con los costos, ni con la llamada ley de oferta y demanda. ¿Quién es el mago que explica por qué el chícharo importado está mosqueado a 3,50 la libra mientras el frijol caupí ahora cuesta el doble?. Necesitamos que se venda de verdad por calidad, que baje el precio cuando el producto se deteriora sin tantas trabas burocráticas. Muchos esperamos que cuando se acabe de terminar la gran inversión del molino de arroz de Sagua la Grande mejore la calidad de ese producto que a veces da grima. Pero por sofisticado que sea el molino no puede resolver el problema de las dichosas semillitas que tanto molestan, porque ellas son el resultado del bejuco que algunos productores dejan crecer en los campos. Un contrato bien hecho y por cuyo cumplimiento se exija rigurosamente estimularía que no haya una mata de bejuco en nuestros arrozales pero nos hemos acostumbrado a la chapucería a partir de que siempre habrá un comprador necesitado. Pues bien, un mercado respetable aceptaría el arroz con semillas pero lo vendería por ejemplo a peso la libra y no a 3,50. Los experimentos están demostrando que los precios no responden a un problema de organización, de producción, de transportación, de contar con mercados mayoristas, ni de calidad. Para tener un mercado decente hay que sacar del juego a los especuladores a quienes no les conviene que se produzca más. El mercado está para satisfacer con sus variables de precios, todos los bolsillos, incluyendo las personas de menos ingresos.

Solo se premian los resultados

 

 

Recuerdo con respeto aquella frase sobre la emulación que se hizo muy popular años atrás “Se reconocen los esfuerzos pero se premian los resultados”. Y así debe ser porque estos no son tiempos de farándula y consignas vacías, de hacer compromisos y planes con mucho entusiasmo y que después no aparezca el real que es de lo que precisa el país para avanzar. O sea, hay que medir el impacto de todo lo que hacemos para corregir a tiempo lo que no esté dando resultados, ir a la raíz de las causas que provocan los problemas. Ya sabemos por ejemplo que se han entregado desde el 2008 más de un millón 500 mil hectáreas de tierras ociosas en el país, 111 mil de ellas en Villa Clara, pero si cada día los precios son superiores, hay que estudiar lo que está ocurriendo porque evidentemente se produce más. Es necesario medir de forma tangible el impacto de todo, o sea, darle seguimiento en el caso de la agricultura a cada sistema de riego, molino a viento, camión, tractor, al fertilizante… el combustible. Todo lo que el país invierte en comprar insumos es para producir más, por tanto si no se logra en vez de inversión se convierte en un gasto injustificable. Si se le vendieron a una unidad ganadera 50 novillas tiene que aparecer más leche después. Yo creo que es necesario medir el impacto hasta de los sistemas de trabajo, si está probado que en las reuniones no se resuelven los problemas, pues hay que ir hacia el propio lugar donde están para tocarlos con la mano. Si se hacen recorridos y más recorridos por la agricultura urbana con los gastos que trae consigo y cada día los vegetales son más caros, pues habrá que incorporarle el subprograma precios a los 29 que ya tiene, que es a fin de cuentas el tema que menos se debate en esos recorridos y en las reuniones de conclusiones, pero es el que más le interesa al pueblo. Hay que evaluar hasta el resultado de los diplomados y cursos de capacitación impartidos, porque si meses después un capacitado tiene que ser sustituido por mal trabajo, fue un gasto innecesario. Hay que medir incluso como impactan los incumplimientos en el rostro de los responsables, para evaluar al menos si sienten vergüenza al no cumplir la responsabilidad que tienen ante el pueblo. Y el impacto, materialmente hablando, no es que la gente vea por las calles o puestos de venta como en una maqueta expositiva, lo que le resulta imprescindible consumir. El Impacto es que pueda acceder.

CELAC: Los árboles se ponen fila.

Cincuenta y dos años exactos habrán transcurrido este 31 de enero de aquel infausto día en que las indicaciones del imperio fueron asentidas en Punta del Este y la OEA adoptó el acuerdo que intentaba separar a Cuba de la América Nuestra. La cumbre de la CELAC en la Habana pareciera un desagravio hacia aquel acto infortunado que vio levantarse en solitario el brazo del delegado de la Habana, ante el cobarde acecho de las oligarquías. Como paradoja de la historia quedó el primer punto que nos acusaba de quebrantar la unidad y solidaridad del hemisferio. Pero los pueblos no dejaron morir a Bolívar y a Martí y parieron nuevos líderes para defender su legado. Ya sabemos cuanto valió la pena que Cuba resistiera con Fidel al frente. Un humilde llanero de Barinas levantó con tal fuerza la espada del libertador desde su propia cuna que despertó a los dormidos en la América indígena y los enroló en el mayor esfuerzo que jamás vivieron nuestros pueblos por unirse. Como acto de justicia,  la historia reconocerá a Fidel y a Chávez como los padres fundadores de la CELAC.  Por primera vez existe una tribuna para discutir los problemas de manera solidaria, sin las frías imposiciones traídas por los vientos que soplan desde el norte.  El unánime reconocimiento a la presidencia de Cuba prueba su lealtad a la vocación unitaria en un entorno de diversidad. Queda mucho camino por andar, pero se funden vigorosos cimientos para asegurar el triunfo, los pueblos verifican que sus líderes no llegan a la Habana con poses demagógicas sino a trazar estrategias que permitan superar la vergüenza de la desigualdad, el hambre y la pobreza,  de la que son víctimas todavía millones de latinoamericanos y caribeños. Todo un continente se convierte en valladar contra los incendiarios al erigirse en zona de paz . En la propia capital cubana se busca afanosamente desde el año anterior,  el final del conflicto  más añejo que tiñe  todavía con sangre innecesaria a una nación hermana.  La CELAC convertirá a nuestra región en la gran arboleda que alimentará con frutos suficientes las esperanzas de nuestros pueblos tantas veces pospuestas. Ha sido posible porque, sus árboles van poniéndose en fila, mientras se queda cada día más aislado en su egoísmo, el gigante de las siete leguas cuyas ansias imperiales descubrió José Martí.

La sonrisa agradecida de Víctor Manuel

Apenas 12 años tiene Víctor Manuel, una edad que entiende muy poco de las leyes. Por supuesto que jamás ha leído la declaración universal sobre los derechos humanos. Menos él que gusta  más de los números y de montar a caballo en la finca donde vive a unos tres kilómetros de Manicaragua. Hace un tiempo cayó de una mata desde la altura de unos siete metros y ocupó por varios días una cama en el Hospital Infantil José Luis Miranda. La familia no pagó un centavo aún cuando el accidente fuera obra de su travesura. Pero Víctor Manuel ha madurado mucho últimamente. Lleva año y medio viendo partir todavía oscuro en un taxi para Santa Clara a la abuelita que él adora,  todos los martes, jueves y sábados,  para recibir tratamiento de hemodiálisis debido a una insuficiencia renal crónica  provocada por la diabetes.

El niño Víctor Manuel no sabe de derechos humanos pero si es un lince cuando se pone a sacar cuentas. Sabe que solo en gasolina el taxi ha gastado hasta la fecha más de dos mil litros en 216 viajes y que el pago a un transportista particular al precio actual rondaría los cien mil pesos. Y solo hemos hablado de la transportación.  Víctor si sabe,  porque en la familia ha escuchado hablar sobre estos temas aunque no pueda manejar cifras exactas,  que el tratamiento de hemodiálisis que recibe su abuelita costaría miles de dólares en cualquier otro país del universo y cuando las familias son de bajos ingresos, significa la muerte inexorable. El niño sufrió mucho en octubre y noviembre durante los más de 50 días que estuvo su abuelita ingresada en el Arnaldo Milián. Da gracias a quien tuvo la magnífica idea de instalar teléfonos en las salas para poder hablar con ella. No dudo que sus palabras de aliento contribuyeron a que la abuelita disfrutara el egreso cuando los propios médicos se aferraban apenas a un hilillo de fe mientras la atendían de manera exquisita en la sala de terapia intermedia. Ya está en la casa la abuela de Víctor. Nadie le ha pasado factura a su humilde familia después de tantos gastos. ¡El único pago ha sido la sonrisa agradecida de Víctor Manuel y su orgullo por haber nacido en Cuba, aunque nada conozca todavía  sobre la declaración universal de los derechos humanos!  

 

Ha muerto Mandela

Ha muerto Mandela

 

Ha muerto un gran líder universal. Nelson Mandela lo es porque en la turbulencia de un mundo complejo y desigual supo obviar el linaje de su origen y situarse entre los defensores de los explotados y oprimidos. Un día escribió: “He luchado contra la dominación blanca y he combatido la dominación negra. He promovido el ideal de una sociedad democrática y libre en la cual todas las personas puedan vivir en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir, pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir". Su muerte me inspiró estas décimas que titulo:

CHAVEZ Y MANDELA

 

 

De luto deja una estela

Este año,  al planeta entero

Chávez se nos fue primero

Y ahora se nos va Mandela

Sufre África y Venezuela

Noticias tan lacerantes

Sufre el mundo, “y habrá un antes

Y un después del dos mil trece”

Porque la tristeza  crece

Al faltar los dos gigantes.

 

Pero el dolor compartido

Se convierte en acicate

Para seguir en combate

Por un mundo redimido

En este instante no olvido

A nuestro Fidel, humano,

Triste, mas firme su mano

Leal a todo lo que dijo

Que hace  poco perdió un hijo

Y ahora ha perdido un hermano

 

Mandela fue un luchador

Por los humildes,  no un santo

Que sufrió cada quebranto

Con su pueblo y su dolor

En la cárcel sembró amor

Y fiel a su alma inclusiva 

Brindó su ramo de oliva

Más no olviden ni un segundo

Que ante los pueblos del mundo

Fue el combatiente Madiba  

El mismo escribió conciente

De su limpio proceder

Que había cumplido el deber

Y dormiría eternamente

Su corazón y su mente

Vibran con la humanidad

Tiene precio su lealtad

Y lo tendrá que pagar

-Muerto,  volverá a luchar

Vivo por la eternidad.   

 

 

Mandela echó su suerte con los pobres de la tierra

Mandela echó su suerte con los pobres de la tierra

 

 

 

La historia no excluye lo fortuito. Cuando pasen los años y los siglos no dudo que muchos en el mundo por venir se preguntarán como pudo ser posible que en un mismo año, el 2013,  la humanidad sembrara para siempre a dos líderes de la estatura de Chávez y Mandela. Uno siente el orgullo de haber sido su contemporáneo porque ellos son de esos timoneles insólitos que por su química especial se implantan en el corazón de los demás. A Chávez lo vi de cerca en el Plaza del Che  cuando nos conmovió con  su Aló Presidente. De Mandela disfruté  estando en Angola, su salto invicto  hacia la libertad en aquel febrero del año 90. Fue esa tierra africana la que posibilitó su libertad con la victoria de Cuito Cuanavale, donde se fundió la sangre de cubanos, angolanos y namibios. No tuve la dicha de verlo de cerca como a Chávez pero lo sentí cercano desde niño cuando ya admiraba al héroe en su oscura celda,  donde sus captores pretendían que su vida concluyera  con la sentencia de cadena perpetua, mientras  inspiraba a escritores, poetas y cantores por diversas latitudes. Recuerdo nítidamente su presencia en aquel acto del 26 de julio en Matanzas en 1991, a escasos meses de recuperar su libertad y cuando Cuba se disponía a enfrentar el período especial, que ha sido la mayor prueba de su gloriosa historia. Fue cuando Fidel nos dijo “¡Cuan lejos hemos llegado los esclavos!”  Y agregó que si se quería “tener el ejemplo de un hombre absolutamente íntegro... de un hombre inconmoviblemente firme, valiente, heroico, inteligente, capaz, ese ejemplo y ese hombre era Mandela”. El gran líder africano logró enardecernos cuando afirmó que “el pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África” y se preguntaba  “¿Qué otro país puede mostrar una historia mayor de desinterés que la que Cuba ha escrito en sus relaciones con África?”   Nelson Mandela ha muerto en el clímax de la gloria, reconocido por la humanidad entera, incluso por los enemigos de ayer.  Fue un hombre extraordinario con pensamiento inclusivo. Sabía perdonar aunque no olvidara. Pero sabía también quienes eran sus amigos verdaderos como los cubanos que jamás le fallamos, cuando otros lo acusaban de terrorista. La historia está ahí y no puede borrarse. Una vez dijo:  “En la cárcel me preocupaba ser considerado un santo que nunca fui, incluso si se define a un santo como un pecador que sigue intentándolo". Debemos recordarlo como al líder que trasciende su época, porque como el mismo dijera recordando Martí, “echó su suerte con los pobres de la tierra”.

 

Defendamos nuestro vino

No creo que haya que especializarse en Marketing para cumplir las reglas elementales del comercio, pero no vendría mal capacitar sobre el tema a todos los que ponen su rostro ante el pueblo como vendedores o prestadores de servicios. Y no me voy a referir al recurrente maltrato, a lo que se ha dado en llamar falta de sentido de pertenencia, en el que hemos visto caer incluso  a trabajadores por cuenta propia, que nos inhiben en ocasiones de volver a reclamarle sus servicios.  He visto en una Shopping como el cliente manipula decenas de esas losas muy bellas y carísimas, sin ningún ojo que lo supervise. Se pudiera explicar el alto por ciento de unidades rotas. Después se les da baja en la contabilidad.  Pero tengo un remolino de ejemplos en la mente que delatan cuanto les falta a quienes venden para cumplir el axioma martiano de quien compra manda. Alguien podría explicar como es posible que el vendedor de un mercado agropecuario le diga al presunto comprador: esa calabaza ni la compres que está malísima. O que el jefe de una unidad  productora, que es dueña de las novillas,  las demerite ante el posible comprador.  Cosas veréis Sancho, repetiría El quijote.  No exagero. Personas que me escuchan saben que es verdad que lo han enviado hacia el particular para desbloquear un celular, para no hablar de las famosas piezas de repuesto que se desparecen de las unidades estatales y nunca faltan al privado. Ellos siempre hacen “Un esfuerzo” y la encuentran para luego cobrarte un ojo de la cara, y algunos en el dichoso CUC, en terapia intensiva pero desafortunadamente vivo todavía. Y conozco a quien ha estado varios meses para arreglar su olla reina, a goteo, pieza a pieza, y por cada una hay que pagar la mano de obra aunque te la hayas llevado en el bolsillo. Pero el colmo me lo acaban de contar. Ante el interrogatorio de un señor en una Shopping al ver el nuevo televisor de factura nacional,  el vendedor le confirmó sus cualidades, incluyendo el acceso a la señal digital y puerto para memoria.  Y ante el entusiasmo del cliente recibió como respuesta. “Lo único malo es que es cubano”.  

Expongo anécdotas no con el objetivo de asombrar a nadie. Intento trasmitir cuanto nos falta para incorporar el espíritu de propietarios en nuestros trabajadores, que no se gana con arengas. Y que nunca olvidemos aquello que Martí nos dijo sobre el vino nuestro.  

La resolución 366 y los precios agropecuarios

Hay resoluciones ministeriales que inciden más en la vida de la gente que algunos congresos. Lo reafirmo al estudiar la 366 del Ministerio de Finanzas y precios sobre los precios agropecuarios que regirán en el 2014. Tanto la 366 como sus similares que la precedieron 353, 298, y 397, tienen un común denominador, más productos pasan paulatinamente para “oferta y demanda” e incremento de los precios de compra y por tanto también de venta, de los pocos que van quedando con precios regulados,  mientras la vida se hace mas cara cada día, y tampoco se logran los saltos productivos necesarios, solo posibles a mi juicio con la democratización de los análisis y la integralidad en las políticas, como ha invocado el compañero Raúl. Quedan con precios regulados para el 2014 arroz, frijoles, maíz, papa, boniato, tomate, naranja y  toronja. Resulta novedoso en la resolución 366,  que deja sin efecto la facultad que tenían los presidentes de los consejos de la Administración provinciales para aprobar los precios minoristas máximos de los productos agrícolas en los mercados agropecuarios estatales, con precios de acopio centralizados. Ahora esa facultad la tienen los directores de las empresas que comercialicen de forma minorista, con la excepción de la papa y el arroz. O sea, una decisión de gran trascendencia para los consumidores queda en manos de un director de empresa. Los precios minoristas de los productos agrícolas no pueden requerir subsidios, ni provocar pérdidas a las empresas comercializadoras. Solo excepcionalmente los productos que se considere necesario subsidiar, serán bien fundamentados para ser evaluados por el ministerio de finanzas y precios. Más claro, ni el agua del embalse Hanabanilla. ¿Para que conceder facultades para establecer precios minoristas si los de compra son fijos y únicos para todo el país?. ¿Cómo podría en ese caso evitar las pérdidas la empresa comercializadora? Cualquier oído se impacienta al escuchar la letanía de que el problema de los precios únicamente se resuelve con más producción, cuando las estadísticas refrendan y la propia población percibe en carne propia que el papel regulador del estado nada ni nadie lo puede sustituir. 

¿Carne de res?

He leído de puño y letra del propio ministro que el 2014 será un año de grandes transformaciones para el ministerio de la agricultura y todo el sistema continuará “perfeccionándose”  en correspondencia con los estudios y experimentos que se llevan a cabo en diversas esferas y teniendo muy presente las medidas adoptadas para ir eliminando las trabas que impiden el desarrollo de este sector. El próximo año debe aprobarse entre otros el programa ganadero. Y viene a mi mente de inmediato la esencia de lo que ha dicho el compañero Raúl sobre la urgencia de producir en el país todos los alimentos posibles. Cuando constato que Villa Clara está a punto de romper el record de ganado vacuno con tantas trabas que persisten en esa rama, puedo imaginar donde pudiéramos llegar de eliminarlas. Digamos solo que el propietario de ganado se levanta orando para que no le roben y sacrifiquen sus reses, antes le indicaron que las metiera en corraletas y después que no debe hacerlo, tiene que correr a inscribir el ternero cuando la vaca pare para evitar la multa, alimentarlo hasta que sea un toro, y chocar después con infinidad de problemas subjetivos no resueltos jamás en el pesaje del ganado. Claro, nada de eso podría ocurrir en la rama porcina porque el propietario se comería el cerdo o lo vendería a particulares. Una generación supera los 20 años sin tener siquiera la dicha de recordar cuando la carne de res entraba a la casilla todas las semanas y después por oncenas. Y es la carne más barata y fácil de producir, resultante apenas de la yerba, el agua y el manejo del rebaño. Señores, el costo de producción del kilogramo de carne de res en la UBPC Desembarco del Granma es de solo un peso con 76 centavos, o sea menos de un peso por libra. Llego a una conclusión. Podrán ser importantes los conteos, presillas, marcas de fuego, pero más todavía es cerrar filas para estimular la crianza de ganado vacuno.  Para ello hay que hacer una revisión exhaustiva de todo lo legislado para la rama ganadera, y borrar cada artículo que entorpezca su desarrollo. Hoy muchas familias crían un cerdo para los 15 de la hija, el cual debe consumir una comida que compite con la de las personas, o un pienso robado de las unidades estatales que contiene materias primas importadas. Todo esto ocurre, cuando nadie podría discutir que resulta más económico criar un toro.            

No serán “a oferta y demanda” los baños públicos

No pasa inadvertida la reciente resolución del Ministerio de economía y planificación que legaliza el alquiler de los baños públicos y el encargado será uno mas de las casi 200 categorías aprobadas para el trabajo por cuenta propia. Resulta lógico como parte de la política del estado de despojarse de lo que no es esencial. La resolución es muy noble con esa figura, de manera que una persona por cuidar un baño de gran afluencia de público,  podría ganar más de quinientos  pesos diarios. Los gobiernos municipales trabajarán de conjunto con los encargados actuales de los baños para estudiar la actividad de cada sitio y  establecer las ganancias potenciales. Para ello habrá que estudiar el número de personas que utiliza cada baño y el dinero recolectado. La categoría mínima corresponderá a los baños que recauden menos de 69 pesos diarios, o sea, algo así como tres veces lo devengado hoy por un médico. Los pagos del primer año serán sobreseídos “como un estimulo para garantizar el mantenimiento, la restauración e higienización del baño”, de acuerdo con el reglamento. Si deberán pagar el agua y la electricidad que usen y garantizar la “calidad, higiene y buen servicio al cliente”. La resolución insta a los gobiernos municipales a dar preferencia a aquellas personas que trabajan actualmente como encargados de baños, una decisión muy sabia porque puedo imaginar cuantos profesionales incluso optarían por esa plaza, mientras esperan  a que la pirámide se invierta. ¡Es verdad que choca, no solo moralmente sino con el espíritu de lo que el país necesita y que fue refrendado por el sexto congreso del Partido, que alguien cuidando baños pueda ganar más que produciendo!.  

Lo más interesante de esta legislación a mi juicio es que rompe con la impopular y despiadada “oferta y demanda”, al establecer el precio fijo de un peso por usar el baño y solo se aplicará cuando el cliente utilice “perfumes, talco, cosméticos, jabón o duchas. Quienes disfrutamos gratuitamente, por un medio o 20 centavos como máximo el servicio de los baños públicos, claro que nos resulta caro pagar un peso solo por descargar la vejiga. Ello se habría resuelto apenas con que la resolución estableciera el tope y facultara para establecer la tarifa a los consejos de la administración municipales, más cercanos del problema que las oficinas ministeriales. De todas formas, realmente consuela saber que nadie podrá pedirle más de un peso a una persona que esté apurada. Y alegra más todavía conocer que llegaron los precios topados para los baños públicos. Ese es un magnífico paso previo a la regulación de los precios de los alimentos principales,  porque,  para tener necesidad de  usar los baños,  primero hay que alimentarse.

Desatención al hombre… y a la mujer

 

 

 

Pareciera como si la frase acuñada durante años sobre la denominada atención al hombre se hubiese resentido de la crítica feminista por no incluir a las mujeres en su construcción léxical. Porque lo cierto es que ya pocos hablan de algo tan importante. Y no olvido que la mejor atención es el ingreso monetario, pero preocuparse integralmente por los seres humanos que derriten el cobre para que el país avance, tiene que estar en el pensamiento de cada administración y del movimiento sindical cuya labor sería inocua o insustancial si no tiene en el centro de su labor la preocupación por atender a los trabajadores, que es la manera mas explícita de representar sus intereses. Expongo un ejemplo que sirve como espejo. En la UBPC Desembarco del Granma de Santa Clara, además de los extraordinarios ingresos mensuales que allí promedian,  se estimula monetariamente al mejor colectivo y trabajador todos los meses y participan en las noches cubanas con sus familiares de forma gratuita. Pero además de venderle los productos para el autoconsumo a precio de costo, ayudan a los trabajadores enfermos o con problemas familiares críticos. El trabajador participa además en las decisiones fundamentales de la cooperativa a través de su asamblea general y recibe capacitación mensual. Pueden imaginar que da gusto visitar su cocina y comedor. Aprovecho para decir que el comedor es como el rostro más claro de la atención al hombre. Muchos de los que lograron sobrevivir a las mentes tecnocráticas que insistían en cerrarlos, son ejemplos o modelos. Al de la empresa Valle del Yabú usted puede ir sin avisar y siempre encontrará no menos de 6 platos excelentemente cocidos. Otros dan vergüenza y cobran cerca de dos pesos por cuatros platos. ¡Claro que no se puede tener pérdidas en comedores!. Pero hay muchas vías de buscar ingresos y nadie ha dicho que debe lograrse su rentabilidad a costa del extenuado bolsillo de los trabajadores. Tampoco es fácil encontrar hoy quien vele por el gramaje de los platos, lo mismo te pueden dar una lasca ridícula de boniato que la ración disminuida de arroz, para no hablar de los llamados platos fuertes, que se ahorran al máximo en muchos lugares para que las jabas no se vayan vacías al final del día. Sugiero, a quien pretenda perder tiempo en tratar de desmentir al periodista, usar las energías en tratar de convencer a los miles de trabajadores que sufren diariamente lo que aquí suscribo.  O mejor dicho, en mirarse por dentro y luchar por evitar tanta desatención al hombre.

 

No basta con las nuevas tecnologías

Recuerdo aquella prueba final de economía en tiempos de estudiante universitario que me instaba a interpretar la teoría sociológico-burguesa del Determinismo Tecnológico, sobre lo que nada había leído. Inventé la respuesta usando la lógica, me salió bien y terminé con cinco. Hoy, cuando los avances de la tecnología resultan colosales, sigo pensando que esta influye pero no determina. Y que conste que también me maravillé al ver el primer informe en Power Point, pero nada sustituye el trabajo del hombre, la consagración y la disciplina. Mas de una vez se recuerda en el consejo de dirección de la agricultura  en Villa Clara cuando el ya fallecido Guido Veitía llevaba mas de 30 años atrás a punta de lápiz todas las estadísticas de los cultivos varios en Villa Clara. Recuerdo cuando lo llamaba, siempre presto a aclarar cualquier cifra, desde las caballerías sembradas de cualquier cultivo hasta su enyerbamiento ligero, medio o intenso. En los tiempos de la computación los datos se hacen más esquivos, no se reportan con sistematicidad o se falsean. Usted revisa los informes y constata como muchas formas productivas al parecer no siembran nada durante el mes y después aparece de pronto todo lo plantado al final. Simplemente no se reporta. Considero no obstante que algún día deberán cambiar en el país los métodos que hoy alimentan el trabajo burocrático, porque lo que importa es lo cosechado. Me atrevo a decir incluso que a nadie se le debiera pagar simplemente por sembrar, sino por lo producido. Es allí en el surco y no en oficinas ni en computadoras donde están los que saben como hacer las cosas y nadie debe obligar por la fuerza de su cargo a sembrar una semilla cuando por la situación climática por ejemplo, es seguro que no germinará. No es con las nuevas tecnologías como se puede saber que un productor tiene decenas de vacas y no entrega leche, no es tampoco en las computadoras donde se puede mirar al rostro de aquellos propietarios que a mediados de octubre todavía no han sembrado los alimentos  que reclamará su rebaño cuando empiece la sequía.  No son los informes digitalizados los que muestran la oferta real de un mercado agropecuario. Es visitando los puntos de venta de cooperativas y dialogando con la gente que te enteras de su reclamo de que regresen al vilipendiado  Acopio,  una conquista inmensa de nuestros campesinos a pesar de sus deficiencias. En esencia, la solución de los problemas no está en las reuniones ni en las tecnologías, está en meditar profundamente sobre las consecuencias de cada paso que se de, y en la motivación, consagración y disciplina con que se trabaje.

De los grandes planes al Café popular.

No pienso a engañar a nadie diciendo que es prometedor el futuro de la producción cafetalera, porque en las montañas de Cuba siguen faltando brazos dispuestos a producir el grano, sobre cuyas causas podríamos tratar de profundizar en otro momento. Y ese paquete de café de la cuota normada está satánico. Llevo años diciendo que todo el que posea un pedazo de tierra debiera sembrar al menos el que necesita para su autoconsumo, y conozco a muchos que lo han logrado.  Acaba de comenzar la cosecha, en unas provincias con mejores pronósticos que en otras, pero en ninguna debió caer tan bruscamente ese importante renglón exportable cuando se compara con lo producido poco mas de 20 años atrás. Villa Clara deberá crecer según los estimados de 33 mil a 38 mil latas de la cosecha anterior a esta, pero hablamos de un volumen que no llega al  7 por ciento de lo que se llegó a producir en nuestras lomas. Las causas del declive son diversas, objetivas y subjetivas, con mayor o menor grado de responsabilidad de directivos nacionales, provinciales, municipales, empresariales, de las formas productivas y hasta de los propios productores. Para esta cosecha hay un reto sin precedentes, hay que recolectar el grano sin el apoyo decisivo de la encomiable fuerza estudiantil, como se había estado anunciando durante años y ahora se materializará. En una encuesta habría opiniones diferentes sobre el tema, pero lo cierto es, que en el nuevo escenario productivo, corresponde a cada productor agrícola asegurar la cosecha de lo que produce y los precios que se proponen pagar por cada lata, dejarían buen margen de ganancias para pagar la recolección del grano. La libra de café en la calle si no me atrevo a pronosticara a que precio se pondrá.  La empresa Jibacoa siembra este año 190 hectáreas, nuestra estación de café tiene un gran banco de germoplasma y pequeñas plantaciones que compiten con los mejores rendimientos del mundo. O sea, el problema no es que no se sepa lo que debe hacerse. Pero,  para avanzar al ritmo que necesitamos no pueden comenzar los enredos desde la campaña de viveros.  Sigo pensando en el café popular, en que  cada persona con un pedazo de tierra siembre al menos las diez o 12 matas que le aseguren el café del año.

El bloqueo también daña nuestra agricultura

Además del bloqueo, nuestra agricultura recibe golpes continuos y sin clemencia de la naturaleza, aunque al oído de algunos parezcan justificaciones.  Ahora mismo estas lluvias torrenciales dañan los semilleros de tabaco y hortalizas y varios cultivos. Sabe que no son excusas quien ha visto perderse las cosechas después de tanto esfuerzo por lluvias, sequías o huracanes. El bloqueo no es la causa principal de su ineficiencia, pero la agricultura cubana también ha recibido sus azotes. No resulta difícil imaginar los centenares de millones de dólares más que oxigenarían nuestra economía si levantaran el verdadero sitio contra nuestro tabaco, en el país donde realmente más se consumirían los famosos habanos cubanos. Se nos prohíbe adquirir los insumos agrícolas, maquinaria y sistemas de riego de gran calidad, que se fabrican a solo decenas de millas, para tener que localizarlas, contratarlas, pagarlas,  y transportarlas desde decenas de miles de kilómetros. Claro que podríamos producir más carne de cerdo, huevos,  y cebar pollos, si accediéramos a materias primas más baratas para fabricar el pienso animal. Muchas veces tenemos inmovilizados los inventarios en los almacenes  porque debemos comprar de golpe todos los fertilizantes y otros insumos que se requieren para un año. La ciencia agrícola cubana es de referencia para el mundo subdesarrollado, pero nadie podría negar las ventajas del libre acceso a las más modernas tecnologías y adelantos científicos en esta rama de la primera economía mundial.  Cuanto nos beneficiarían los intercambios científico-técnicos entre Cuba y Estados Unidos en esta materia. También han faltado como consecuencia del bloqueo medicamentos para nuestros animales, desinfectantes, vacunas, medios de bioprotección y de diagnósticos y reactivos para laboratorios.  En fin, el bloqueo yanqui también ha sido cruel para la agricultura, pero ha surgido una especie de coraza o escudo para sobreponerse a sus dañinos efectos. Y por eso continua creciendo la producción porcina y el acopio de maíz nacional para sustituir el importado, y también el tabaco vuelve a empinarse con el aumento de su precio de compra, la avicultura avanza contra viento y marea y Labiofam gana prestigio entre los productores por la seriedad de su trabajo en la fabricación y comercialización de medicamentos. Es que nuestros agricultores tienen un concepto claro…no usar jamás el bloqueo como coartada para esconder insuficiencias.

No basta con producir las plantas medicinales

Nunca me resultó difícil entender la importancia de las plantas medicinales porque me crié entre el  tilo y la yerba buena, la albahaca y la caña santa, la sábila y la manzanilla, que era de lo primero que se plantaba en los hogares campesinos. Luego irrumpieron como un torrente las tabletas y jarabes y muchos se olvidaron, que de esas plantas salen precisamente la mayor parte de los medicamentos. Y me dolió durante años ver tanto incumplimiento de los planes de producción de plantas medicinales a tal punto que el país le dio la prioridad de los renglones que sustituyen importaciones. No es un problema resuelto en Cuba, pero me enorgullece decir que es Villa Clara hoy, de las mejores provincias que trabajan esa  materia, y hablo de 3 o 4 años consecutivos. No es tampoco para darse palmadas sobre el pecho porque quedan detalles por resolver o perfeccionar.  Y se puede cumplir el plan global pero es necesario que no falte un kilogramo de ningún renglón comprometido. Porque si en Manicaragua se incumple con el jengibre o en Remedios con el orégano y el pino macho, es simplemente por falta de chequeo allí en el municipio. Algunos en  el país proponen involucrar a los campesinos en esta tarea. En Villa Clara ha dado resultados la finca de plantas medicinales y creo que muy atinadamente no se ha querido dispersar su producción.. Lo que vale es que se cumpla siempre lo demandado por salud pública y que no falte la medicina alternativa en la farmacia. Porque,  poco hacemos con producir la materia prima si esta no se convierte en medicina por problemas subjetivos. Lo comprobé durante un reciente ataque gripal.   En una farmacia faltaba el Imefasma, en la otra tampoco había pero tenía jarabe de naranja. Después de la extensa y agobiante cola,  habitual  en cualquier farmacia, la cola que más duele porque la hacen los enfermos, llegó la información apabullante - Usted debe traer el frasco, compañero. Y uno se va cabizbajo, impotente, pensando en la falta que nos hace que la cadena funcione hasta el final, para que el cliente pueda recibir con alegría,  mi noticia de que Villa Clara es de las mejores provincias de Cuba en la producción de plantas medicinales.   

Velar el circulante

Todo indica que en el 2014 tomará mayor ritmo el proceso de  cambios que vive el país y que seguirá floreciendo el cooperativismo en varias ramas. Solo me duele que ya no esté con nosotros el destacado profesor Víctor Figueroa, uno de sus más acuciosos investigadores y defensor vehemente. Superado el deslumbramiento inicial de algunos, el cuentapropismo, nunca decisivo, seguirá siendo un complemento del sector socialista de la economía. Ahora bien, el ciudadano común, más que esbozos teóricos espera impactos que mejoren su vida. Hablo de quien paga una pizza de mala calidad en siete pesos a un particular luego de larga espera, y descubre que era mentira aquello de que todo lo privado funciona bien. Y se pregunta aunque no haya estudiado economía por qué si bajó el precio del huevo, el pan con tortilla sigue a cinco pesos. Pero basta con tener algunas ideas de las leyes que rigen la economía para poder vaticinar a que precio se pondrá el frijol negro cuando el estado lo pague a nueve pesos la libra a partir de diciembre. Me imagino que muchos respiren con alivio al conocer de las inversiones que se realizan en la torrefactora de Santa Clara y esperan con ansiedad que mejore la calidad del café y el llenado, porque en la última cuota, vi un paquete que contenía poco mas de la mitad del otro.  Y lo mismo ocurre con las bolsas de leche, nunca por encima en los mililitros que debiera contener. La gente necesita que los cambios mejoren su calidad de vida, o al menos no la empeoren. Que un funcionario nacional hable de que el boniato del Yabú se pagará a cien pesos el quintal, escalofría al pensar que en ese caso seguiría subiendo su precio. Pareciera como si no se pensara en otra cosa que en aumentar los precios como única vía para motivar la producción. Pudiera pagarse un precio sideral por el café, que nada hacemos si no hay brazos en la montaña para producirlo. Hoy se paga más por un quintal de tabaco que lo que reportaba una vega completa de 40 quintales en los años 80, cuando el record productivo. Y así ha ocurrido con el resto de los renglones. Los que han estudiado algo las leyes económicas saben  que cada aumento del precio  de compra de un producto significa millones de pesos a la calle. Ya hemos sufrido antes las consecuencias del exceso de circulante. No hay alternativa para el error.