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Polemizando

El hambre de las abejas

El hambre de las abejas

Los productores apícolas enfrentan con más optimismo que nunca la zafra de la miel de abejas, o sea el pico productivo de octubre, noviembre y diciembre. No es para menos. El precio de compra se incrementó de apenas mil 800 pesos la tonelada a 17 mil, la de primera calidad. No quedará colmena sin castrar y los apicultores trabajarán con laboriosidad similar a las abejas. Es un añejo sueño convertido en realidad y que está a tono con los lineamientos aprobados por el sexto congreso del Partido. Con esa solvencia económica podrán seguir creciendo productivamente. Usted verá que aquel record de poco más de mil toneladas que registra Villa Clara de los años 80, será superado en poco tiempo. Pero lo más importante es buscar el desarrollo sostenible de esa rama. ¿Sabe usted que mientras las vacas se alimentan bien en la primavera las abejas pasan hambre?. Pues si, es la época de menos comida para ellas. Pero el hambre de ambas especies es culpa de los hombres, porque como a las vacas hay que sembrarle caña y kingrás, no puede pensarse en el siglo 21 que las abejas se dan silvestre. Y esas 200 toneladas de azúcar que se le tienen que suministrar hoy en ese período solo sirve para mantenerlas. La siembra de plantas melíferas es una tarea vital, así como lograr la integración de todos los organismos para que no ocurra que algunos fumiguen, desbrocen, talen, acaben con el bejuco leñatero, la campanilla o el piñón florido, sin tener en cuenta que están dejando a las abejas sin comida. Ya se dan los primeros pasos en Villa Clara para sembrar lipia, tilo blanco, coralillo, Moringa y Mangle prieto, entre otras especies, en coordinación con el Instituto de Biotecnología de las Plantas pero la verdad es que está en ciernes todavía. Si el alimento está cerca la abeja vuela menos y gasta menos energía. En la producción de miel, como en cualquier renglón agrícola, hay que buscar eficiencia, no basta con tener muchas colmenas, sino lograr rendimientos óptimos como prueba que es posible el remediano Cresencio Pérez Albernas. En una reciente reunión con los apicultores de Villa Clara en que participé se comprometieron a que el 95 por ciento de la miel tuviese calidad exportable. Pienso ahora, que a partir de la motivación adicional recibida con la extraordinaria elevación de su precio, el ciento por ciento del producto alcance el máximo parámetro de calidad. Eso es lo que el país le reclama a cada apicultor.

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