IR A LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS DE LA AGRICULTURA URBANA

La evaluación de mal que acaba de otorgar el Grupo Nacional de Agricultura Urbana a Villa Clara no tiene por qué traumatizar, la evaluación de los consumidores no es superior. Con la indulgencia de los sancionados, creo que fue conveniente para analizar con profundidad las causas y rectificar el rumbo definitivamente. No vale la pena ni detenerse en la cifra de canteros vacíos, si pocos días después estuve en un organopónico que tenía 39 sin sembrar y no fue visitado. Lo que digo es que los problemas son mucho más serios que los detectados. Y una cámara vacía no produce. En mi opinión la raíz de los problemas hay que buscarla en el desorden de la comercialización, en lo que está mal legislado y no se acaba de rectificar y en lo que está establecido y no se acaba de cumplir. Y la blandenguería y la falta de exigencia no está solo en la agricultura urbana. ¿Por qué el organopónico de la Riviera,en Santa Clara, que es grande, se pone de ejemplo?. Porque no se ha prostituido. Imagino cuantos miles de pesos han dejado de ganar quienes trabajan allí por ser leales al pueblo y no vender lo que no producen y mantener precios más asequibles que la mayoría de los puntos de venta de la agricultura urbana. Usted ve organopónicos con cuatro cámaras de cebollino para taparse, mientras ofertan un amplio surtido en el punto, a precios carísimos, aunque la legislación establece que lo que no producen debe ser a precios topados. O sea,  no hay que enredar mucho los análisis, esa es la esencia, que por cierto, no escucho cuestionar por el grupo nacional. Podrán existir 27 subprogramas, y perder puntos porque no había mucha asistencia a una conferencia, que la agricultura urbana nació a los ojos del pueblo para producir vegetales y cuando estos se pierden y sus precios son escalofriantes, se sabe que está mal. La gente recuerda que en los primeros años del período especial, cuando aún no había tanto personal indirecto, ni granjas urbanas irrentables, ni representantes ante el consejo popular, ni Grupo nacional, ni recorridos, los vegetales eran más abundantes y baratos. Conversando hace unos días con un joven que atiende unas pocas cámaras en un organopónico de San Diego del Valle, me dijo que había hecho en agosto más de mil pesos. O sea, que la cuenta si da, pero hay que despojar a la agricultura urbana de la mentalidad burocrática, legislaciones extemporáneas y violaciones, que solo sirven para incrementar el costo de los productos.