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Polemizando

Yo te toco y tú me tocas

Yo te toco y tú me tocas


No resulta casual que el sexto congreso del Partido haya otorgado una relevante importancia a las relaciones contractuales. En esa materia estamos en ciernes y por eso chocamos por ejemplo con tantas cuentas por cobrar o por pagar, con sus lamentables consecuencias. Los contratos deben contener las obligaciones de cada parte y la que incumpla responder por ello desde el punto de vista legal. Aquí no vale la palabra de honor, manda que yo te pagaré, aunque te lo juren. Pero pulula el  “buena gente”, sin percatarse quizás del daño que ocasiona cuando no hace cumplir lo establecido. Para organizar definitivamente nuestra economía en el futuro hay que lograr que si la empresa eléctrica afecta el proceso productivo de una fábrica tenga que indemnizarla. Lo que se pueda hacer en una hora no requerirá dos. Si el cliente no paga hay que cortarle la luz, eso es indiscutible, pero en el contrato deben quedar plasmados sus derechos, incluyendo el tiempo máximo para solucionar un problema o reponer un equipo dañado. Cuando usted reserva un pasaje para ómnibus o tren, se establece una relación contractual. Si no sale a la hora establecida lo justo es recibir una indemnización. Etecsa no debió decidir unilateralmente sin estar en el contrato y ni siquiera consultar el criterio de los clientes un nuevo sistema para pagar la factura y resolverlo después con una autocrítica. Señores, si pagar un mes resulta complicado, para quienes vivimos del salario.  Eso es “rezar con rosario ajeno” como decía un  lector de Granma. El certificado de garantía es una relación contractual y la tienda debería reponer sin dilaciones de ningún tipo el equipo devuelto con problemas o el dinero al cliente que ya fue incomodado y perdió tiempo. Un paquete de seis cuchillas de afeitar Súper max, adquiridas en la tienda Praga del Bullevard me hicieron recordar las Neva de color negro que hacían llorar. Alerto para que no regalen el dinero.  El productor agrícola está obligado a cumplir lo contratado, pero debe ser indemnizado por la empresa cuando no le entregó los insumos en el tiempo establecido. En fin, la actualización de nuestro modelo económico transita  por ordenar legalmente todas las relaciones sociales, entre personas naturales y jurídicas. El contrato se podría resumir como le escuché afirmar a un dirigente nacional, con el título de aquella canción popular: “Yo te toco y tú me tocas”.

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