ME AUTOCRITICO POR HABER SIDO SUPERFICIAL

Los periodistas tenemos el deber de asumir con orgullo y responsabilidad el papel decisivo que acaba de reconocer a nuestra profesión en la hora crucial que vive la patria el compañero Raúl Castro. Desterrar el discurso aburrido y la superficialidad de nuestro trabajo cotidiano resulta vital. Pensar que todos hemos caído en esos errores es premisa indispensable para superarlos. Pongo un ejemplo para autocriticarme. Hace algunos meses escribí sobre el compromiso de los productores de Villa Clara de acopiar no menos de 9 millones de huevos este año. La cifra no fue inventada, "vino de arriba", pero circuló a mi nombre hasta por Internet. No fui capaz de desentrañar una buena intención convertida en mentira. Esa cifra no había sido discutida con ningún campesino. La verdad comenzó a abrirse paso y se hicieron correcciones.  Ahora el plan se ajustó a 5,9 millones de huevos a acopiar por la denominada avicultura alternativa y venderlos en la red de puntos de venta de las cooperativas, pero aún con esa reducción no se ha cumplido en los primeros meses del año. Con una simple calculadora multipliqué los 50 mil tenentes de tierra de Villa Clara por cien huevos y me dio apenas cinco millones, una cifra insignificante comparada con los 160 millones que produce nuestra empresa estatal socialista. Eso no quiere decir que no valga la pena fomentar el programa de avicultura alternativa, pero  tiene que florecer de abajo hacia arriba. Son enormes las potencialidades del sector campesino, pero hay que ir creando las condiciones, incluso organizativas. No pensemos que con solo vender tantas miles de pollitas semirústicas, vendrán los huevos al poco tiempo, porque he conocido que han terminado en casuelas más de una vez. Ese programa debe ser asumido con toda responsabilidad, en primer lugar por las juntas directivas de las cooperativas y motivar a los campesinos. En cualquier hogar de nuestros campos los huevos producidos exceden la demanda de esa familia, pero tiene que montarse el sistema de manera que se acopien y lleguen al consumidor.  Para crecer en la producción de huevos entre los campesinos lo primero que debemos priorizar es la siembra de maíz, sorgo y otros cultivos que sirvan para alimentar las gallinas. No dudo que hay que chequear y controlar, pero lo más importante es motivar. No olvidemos que ya pasaron aquellos tiempos en que nuestros abuelos esperaban que pusiera la gallina para cambiar el huevo en la bodega por la sal que necesitaban para  la harina.