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Polemizando

MAS SOCIALISMO, SIN IGUALITARISMO EN CUBA, PARA EL 2011

MAS SOCIALISMO,  SIN IGUALITARISMO EN CUBA, PARA EL 2011

El 2010 pasará a la historia de Cuba como un año de definiciones. Hubo que esperar para pensar y hacer las cosas bien. El sexto congreso del Partido aprobará la línea a seguir para actualizar nuestro modelo económico, en consonancia con el ideario martiano de que “los peligros no han de verse cuando se les tiene encima, sino cuando se les puede evitar”. Se trata del resultado de una evaluación autocrítica de lo que no hemos hecho bien por más de cinco décadas para corregir el rumbo, mejorar la calidad de vida del pueblo  y hacer más fuerte y próspera a la patria. Todo se hará sin abandonar uno solo de los principios por los que han caído a través de la historia centenares de miles de cubanos. Será el resultado de la evaluación permanente del criterio de las masas y no bajo presión externa ni desconociendo el daño descomunal a nuestra economía provocado por el férreo bloqueo imperialista, la colosal crisis económica internacional y las graves afectaciones provocadas por fenómenos naturales adversos durante los últimos años. Pero el reto está en hacer eficiente nuestra economía, preservando el papel decisivo del estado en los sectores claves para que el país salga adelante al ritmo superior que necesitamos. Con la lealtad de siempre, anunciada por Fidel aquel día de júbilo del enero victorioso, cuando nos aseguró, “quizás en lo adelante todo sea más difícil”,  el compañero Raúl, con la autoridad ganada en el combate permanente por el bien del pueblo, tampoco pinta un camino de rosas. Ningún cubano quedará desamparado, pero todos debemos trabajar para vivir. No serán tiempos para parásitos o sanguijuelas que vivan del sudor ajeno,  al tiempo que se suprimirán paulatinamente prohibiciones absurdas que han hecho más difícil nuestras vidas. Solo dentro del socialismo, pueden encontrarse las soluciones a nuestros problemas de hoy sin  renunciar a la independencia de la patria. La estrategia está bien definida con mucha inteligencia en el proyecto de lineamientos del Partido y la Revolución.

La táctica estará marcada dialécticamente por las circunstancias de la vida diaria sin ideas preconcebidas que impidan corregir cualquier medida, porque el objetivo central será asegurar el desarrollo económico, principal escudo protector de nuestra independencia.

 Desterraremos los nudos que atan el desarrollo de las fuerzas productivas y ampliaremos nuestra democracia de modo que emerja la verdad, suprimiendo de nuestra conducta la falsa unanimidad promotora de la simulación. No cansarse, es el mensaje que debe hacer suyo cada revolucionario cubano para construir un país mejor sin igualitarismo, y con más socialismo.

Como dijera nuestro apóstol José Martí: “Haber servido mucho obliga a continuar sirviendo”

 

 

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