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Polemizando

No se plantará papa en Villa Clara

Que más pudiera desear que ser portador siempre de las buenas noticias.  Pero las que no agradan también hay que ofrecerlas y explicarlas. El país ha decidido reducir notablemente la siembra de papa y que Villa Clara, con una significativa caída en los rendimientos en la última campaña no plante ni una sola hectárea. Como mismo no escatimé elogios hacia nuestros paperos durante los años que situaron a nuestra provincia en la vanguardia del país, debo decir ahora con franqueza que los que no hicieron bien su trabajo durante las últimas campañas son responsables directos  de que Villa Clara no fuese el último territorio de Cuba en dejar de plantar el  tan apreciado tubérculo. Se torna imposible para el país, siendo consecuentes con la política trazada en los lineamientos del sexto congreso del Partido, mantener gastos millonarios en divisas para la compra en el exterior de la semilla y el costoso paquete tecnológico que demanda,  para obtener después rendimientos verdaderamente ridículos. En el caso de Remedios fueron alarmantes. Los que no cumplieron debieran sentir más aún que los consumidores el amargo sabor que deja en el ambiente saber que ya no disfrutaremos la fiesta de la papa en los mercados agropecuarios estatales a partir de marzo. Podremos consumir lo que el país nos pueda dar. Pero más que lamentarse, hay que tratar de ocupar ese vacío de la manera menos traumática. Y lo digo porque jamás será igual por ejemplo el boniato que la papa. Resulta imprescindible darle un seguimiento especial a las cerca de quinientas hectáreas de los mejores suelos y con modernos sistemas de riego que hasta ahora se plantaban aquí. Hay que tener en cuenta no solo los rendimientos en los cuales ninguna otra vianda podría competir con la papa, sino en primer término, lo más demandado por los consumidores y cuyos precios actuales asfixian. Estoy pensando en primer lugar en la malanga, muy deficitaria, y posiblemente el único par legítimo de la reina de las viandas. Claro que no hablo de solo malanga.  Pero lo que no puede perderse de vista es la necesidad de darle seguimiento a cada máquina, no como en el último año, sino como en aquella etapa luminosa en que el país completo se detenía a admirar, por sus resultados, a los paperos de VC.  

2 comentarios

jesus alvarez lopez -

He leido con detenimiento y preocupación su comentario y le aseguro que no lo echaré en saco roto. Le agradezco sus gentiles palabras.

El Picho -

Jesús, soy un seguidor ferviente de tus atinados, polémicos y revolucionarios comentarios. Levanto las dos manos por lo que dices, sin embargo te invito a visitar las áreas del Yabú y ver con tus propios ojos lo que ocurre sistemáticamente en las plantaciones de viandas, llámese papa y ahora boniato, con la gran cantidad que se deja en el campo y la gente carga por decenas de quintales. Creo correcto que el pueblo se lo lleve y lo utilice, pero es imperdonable que solo se le de una primera recogida y se acabó. Los directivos hablan de bajos rendimientos, sin embargo la realidad dice otra cosa.Visite el caserío de Planta de Asfalto y averigue. Hay muchos pobladores preocupados con esta dejadez en tiempos de necesidades.