Blogia
Polemizando

Hombre motivado vale por dos

Hombre motivado vale por dos

 

Constituye un deber defender la importancia del contrato para ordenar el país, porque no podemos convivir con el desorden. Y hay que crear una cultura de la disciplina, de la necesidad de cumplir los compromisos. Si pierde importancia en las relaciones humanas la palabra de honor que era sagrada en mis tiempos de niño, pues hay que llevar a documentos legales con cuño y firma las obligaciones de cada parte y que tenga que pagar quien las incumpla. Pero fíjense que hablo de cada parte, porque hay que partir siempre la naranja al medio, es hasta una cuestión de honor. El jurídico de una empresa por ejemplo no está para defender a la administración ni velarle sus espaldas, sino para alertar sobre el cumplimiento estricto de lo legislado, e impedir que se violen los derechos de nadie, llámese administración, trabajadores o campesinos. La empresa de acopio no está obligada a comprar aquellos productos que no están contratados, porque existen productores que cuando ven que el precio baja en el mercado denominado reoferta y demanda se acuerdan entonces de que no lo contrataron y quieren que se los compren. Pero cuando se viole por la empresa de acopio al no comprar lo contratado también existe el derecho a demandarla. Ahora, no me cansaré de repetir que la contratación en la agricultura no puede ser tan estricta como en otras ramas, lleva análisis profundos. Debe tenerse en cuenta cuando no es por culpa de nadie, que el barco no entró a tiempo con el pienso comprometido con el productor porcino y este debe hacer maravillas para alimentar los cerdos y cumplir con las cifras de carne ya previstas en el balance. Pero digo más: alguien pondría en el contrato que este año no iba a existir prácticamente invierno y se iba a afectar la tuberización de la papa o los rendimientos del frijol o el garbanzo. No puede admitirse que el clima sirva para justificar los incumplimientos de una unidad productora pero no los de un campesino. Hay que borrar las justificaciones para todo el mundo y preverlo todo. Por eso abogo por la exigencia y la disciplina, pero sin olvidar que lo esencial, lo principal, es crear las condiciones para lograr la motivación de cada cual a sembrar, producir, contratar, acopiar y a cumplir. Hombre castigado se desmotiva. Hombre motivado vale por dos.

0 comentarios