PERIODISTA: REPRODUCTOR DE IDEOLOGIA

 

Si algo debiera ofertarse gratuitamente en todas partes es humildad. Aquí todos somos autosuficientes, le escuché expresar a una colega. Ahora que estamos en medio de la jornada de la prensa, los profesionales de la palabra también tenemos el deber de mirarnos por dentro y rectificar lo que no hacemos bien. Escucho la radio, veo la televisión, leo los diarios, me sumerjo durante horas en la Internet controlada por el imperio, atascada en mentiras, manipulaciones y medias verdades. Nuestra prensa revolucionaria no miente, pero es a mí entender demasiado triunfalista todavía, a pesar de atisbos de cambio que comienzan a manifestarse. Contamos con una nueva luz para encontrar el camino correcto en la reciente afirmación del compañero  Raúl Castro contra el secretismo. De lo que se trata es de reflejar acertadamente la realidad con sus luces y sombras para que las generaciones futuras puedan conocer en los archivos lo ocurrido en estos años de gloria y carencias, aciertos y errores y también de rectificaciones. No cansarse de reiterar las verdades. Hagamos balance de lo que publicamos y veremos que todavía acapara el por ciento menor el periodismo que traduce las realidades sin adornos, como son. Ese genera más optimismo que la palabra siempre triunfal apartada de la vida cotidiana de los seres humanos. Puedo decir que se cumplió el plan de café de exportación sin entrar en detalles ni hacer comparaciones y dar la imagen de que vamos ganando, cuando la cruda verdad es todo lo contrario. Podemos hablar de fincas de excelencia mientras las que están mal ni la visitamos para proponer soluciones. ¿Cuando dejaremos de reportar cumplimientos de planes que no se corresponden con las necesidades?. ¿ Que significa un acto sin noticias o reseñar reuniones a veces insulsas, sin acuerdos concretos, convertidas en monólogos, donde se pierde la posibilidad de escuchar  las preocupaciones, criterios e iniciativas del que está allí en la fábrica o el surco?. Es necesario cambiar de veras la mentalidad y que esta frase no se convierta en una más de moda, agradable al oído. Mi primera agenda, hace 26 años, tenía impresa en letras doradas esta frase de Raúl. “El periodista es por el propio hecho de su profesión un reproductor de ideología”. Para reproducir la nuestra, la más justa, porque busca el bien común, es preciso exponer las verdades sin medias tintas ni a la espera de congratulaciones, para contribuir, como el rabo de nube del poeta cantor,  a superar todo lo feo.