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CAYO SANTAMARIA; EL SUEÑO REALIZADO DE FIDEL

CAYO SANTAMARIA; EL SUEÑO REALIZADO DE FIDEL

Por Internet conocí que más de quinientas parejas de extranjeros han venido a casarse en un paraíso villaclareño: las finas y exclusivas arenas de Cayo Santa María. Nuestro polo turístico crece y cada día es mayor su prestigio en el mundo acogiendo incluso personalidades y reuniones de relieve internacional. Vienen a mi mente aquellas palabras que le escuché a Fidel en la década del 80 del siglo pasado “Ya quisiera Varadero tener las aguas y los colores que tiene Cayo Santa María”. Parecía utópica la intención de construir la enorme carretera sobre el mar, incluso para aquel obrero que me confesó sus dudas tras ver como las aguas se tragaban su primer camión de piedras. Pero Fidel ve más lejos, y ahí está su obra: Un próspero polo turístico con playas excelentes adornadas por un entorno natural único al que aspiran visitar cada vez más personas en el mundo. En Ensenacho, donde está la playa quizás más tranquila y transparente del planeta, antes de la construcción del majestuoso hotel Cinco Estrellas plus, me extasié un día contemplando las iguanas que junto a numerosas especies, algunas de ellas endémicas, conforman una fauna natural envidiable que complementa la bella flora que ha sido preservada en el lugar. Que feliz estaría hoy de vivir el gran Orlando, aquel héroe que con una sola pierna terminó de construir al frente de su laborioso contingente el pedraplén que hizo posible convertir el sueño  en realidad. Pero lo que más llamó mi atención de la crónica del colega extranjero fue el reconocimiento de los numerosos cubanos que vio en esos hoteles, imposible confundirlos según él por sus sonoras carcajadas en los restaurantes, los besos apasionados de las parejas, el baile y el bullicio.  Ante la inquietud del periodista sobre el tema fue lapidaria la respuesta del gerente. "No es nada que no pueda ser controlado con una simple observación cuando se pasa de tono", y agregó que han tenido más problemas con adolescentes extranjeros que con los turistas nacionales. Ese es nuestro polo turístico de Caibarién, cuyo promisorio futuro ya para nadie resulta cuestionable. Y es nuestro, aunque no todos contemos con los recursos financieros para acceder a él. La divisa que genera es oxígeno para la patria.  

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