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Polemizando

La misión de la prensa

 

No es fortuito que en el afán de perfeccionamiento integral que vivimos en Cuba, la prensa haya sido situada entre las primicias necesarias de la transformación. Y estoy despojado ya del fogaje juvenil que tiende a hacer creer que la vida acabó de comenzar, porque hay micrófonos que han permanecido como fusiles en ristre por decenas de años. Veintiocho años en ejercicio permanente del criterio sin ser llevado al silencio ni una sola vez por la censura explican mejor que mil palabras que si queremos hacer el periodismo que reclama hoy la sociedad cubana lo substancial es soltar el freno que sostienen nuestros brazos mentales. Es que la vida ha demostrado que somos mas eficaces en momentos sublimes cuando el corazón se lacera ante dolores como el que estamos sufriendo ahora o ante huracanes u otros fenómenos circunstanciales, que en el reflejo de una realidad  que muchas veces pintamos rutinaria cuando en realidad está repleta de matices, muchos de ellos cuestionables. Nuestra añeja solicitud ha encontrado oídos atentos e incluso,  ha sido superado el plano de las exhortaciones a realizar una prensa superior en el discurso oficial, pero a pesar de algunos saltillos innegables no estamos en condiciones todavía de afirmar que asimilamos ya  la justa crítica a las sombras que persisten en nuestro periodismo. Y no olvido que hablo desde una provincia que tendría motivos para la vanagloria, pero no se ha hecho regla todavía la profundidad de análisis, la investigación penetrante y el reflejo diario del leguaje transparente que expresan nuestras calles.  Ningún elogio nos debe disuadir de estas verdades porque la faena que tenemos por delante lo exige. No es ocioso recordar que los periodistas bregamos junto al segmento más humilde y enfrentamos muchas veces la dificultad adicional de la incomprensión, pero en esta profesión como alguien dijera hay que tener  “el valor de afrontar hechos desagradables”. No somos simples espectadores  del momento crucial que nuestra patria vive  y es hora ya de superar visiones superficiales, triunfalistas y estridentes de una realidad que junto a sus valores sagrados también nos incomoda la vida diariamente por razones que tienen que ver con la actitud del hombre. Al periodismo le corresponde en mi opinión, la misión de ayudar a blanquear la obra común,  asumiendo el rol de desinfectante social.

1 comentario

israel moreno lopez -

saludos Jesus, sigo tus comentarios,te felicito, se de tu pasion por nuestra querida patria, israel. Canada, Cubano 100%