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Polemizando

Robo de madera versus legislación forestal

Robo de madera versus legislación forestal


Padece un mal el periodismo de provincias, es como si la voz se apagara en los contornos del territorio cuando se cuestionan aspectos que ocurren en todo el país. Lo pensé al leer el excelente material publicado en Granma  semanas atrás sobre la tala indiscriminada de nuestros bosques, un tema que he tratado desde hace varios años en mi emisora provincial. No ocurre solamente en Pinar del Río. En Villa Clara debemos cuidar más que en ningún territorio cada árbol porque es de las provincias más deforestadas de Cuba. Y  a pesar de los millones de árboles reportados como sembrados durante más de veinte años hace pocos días hubo que traer centenares de horcones para construir casas para la curación del tabaco desde la provincia más occidental. Los que se han dedicado al robo de madera en estos años han acumulado una fortuna a expensas de la necesidad porque este producto no se compra legalmente ni en divisas aunque los muebles no se han dejado de fabricar. Ya sabemos que tenemos una ley forestal, pero no siempre se aplica a pesar de su nobleza. En Vietnam, por ejemplo, cualquier contrabando o explotación ilegal de madera está penado con la muerte según las leyes del hermano país. Esta es de las legislaciones que deben adecuarse porque con multas irrisorias que se pagan con un cedro no vamos a poner coto a este delito y un árbol lleva muchos años de atención para que venga un bandolero a robárselo impunemente. Solo con visitar las presas del Negrito o la Minerva veremos grandes claros donde crecían frondosas especies, para poner solo dos ejemplos comprobados por mis ojos. No hacen falta ni motosierras, el hacha silenciosa derrumba en minutos lo que costó tanto tiempo producir. Es grande la tarea de nuestros guardabosques, responsabilizados con la protección del patrimonio forestal que deben ser personas inmaculadas, porque la complicidad de uno solo daría pie al delito.  Quien corte ilegalmente un árbol debiera ser obligado a sembrar no menos de cien de la propia especie. En el material publicado por Granma se habla incluso del uso de teléfonos celulares para comunicar la presencia de guardabosques y eludir la ley. Decomisar una motosierra recordaría la teoría del sofá. Para eliminar este delito corruptor y preservar el ecosistema la solución está en tomar medidas drásticas  con los ladrones de madera y propiciar vías legales para su obtención.  

2 comentarios

Xavier -

mientras no se de una via legal para la compra de madera el estado no puede ni soñar con acabar este delito

kyn torres -

jesús, según sé, las estadísticas forestales cubanas aseguran que la cobertura boscosa en la isla aumentó después del triunfo revolucionario. creo que sí, pero cobertura boscosa ¿pudiera incluir las miles de hectáreas de marabú? Es una pregunta. Hace tiempo, desde que era niño, mi abuelo decía que no es lo mismo maleza que bosque: el bosque tiene árboles que dan madera, frutas, medicinas, etc. El otro día el Granma arremetió contra los que talan madera ilegal, pero ese es un efecto de un problema más profundo ¿no te parece? ¿cuántas carpinterías estatales han sobrevivido al paso de los años? ¿Por qué no existe un mercado para los carpinteros?