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Polemizando

ESTE PUEDE SER EL AÑO DEL EQUIPO VILLA CLARA DE BEISBOL

ESTE PUEDE SER EL AÑO DEL EQUIPO VILLA CLARA DE BEISBOL


Cubano al fin, me sobran opiniones. Deseo incursionar en el mundo del béisbol sin el verbo sagaz de los especialistas. Mi aval es pobre, como bateador era ponche seguro y al campo toreaba el palomón  más inofensivo. Pero he seguido cuarenta series nacionales desde la infancia fanática en que sufría porque ya Muñoz era superior a Marqueti y todavía el gran toletero de Alquízar continuaba ocupando la primera almohadilla del equipo Cuba. Creo que ahí surgió en mi corazón la rivalidad con la capital y por eso me conjuraba en mi niñez y adolescencia en las escuelas contra el amigo José Luis Bermúdez, ferviente industrialista a pesar de haber nacido en las arenas de Cantiles, cerca de Manicaragua, aunque nunca se nos ocurrió pintarle la casa de color naranja. Disfruté la narración inigualable de Eddy Martin y Boby Salamanca y más de una vez acompañé en las gradas del Sandino en momentos penosos y gloriosos, a mi hermano Osvaldo Rojas, esa eminencia del periodismo deportivo cubano, regresando en ocasiones cabizbajo a media noche hasta el  preuniversitario Tony Santiago o la Universidad. La profesión me ha permitido conversar en estos años con figuras importantes del béisbol, desde el narrador Héctor Alomá que es la nobleza hecha persona, hasta Pestano, el mejor receptor cubano de las 50 series nacionales o con el gigante Eduardo Martín, y todavía sueño con ser amigo un día del siempre polémico, pero admirado, Victor Mesa. Los años me han robado el espíritu fanático, aún cuando mi entusiasmo el pasado año solo fue superado en aquel juego final de la selectiva del 78 en que Pedro José Rodríguez dejó helado en el box con el histórico cuadrangular a Rogelio García. Optimista siempre, concuerdo con Eduardo en que Villa Clara no puede aspirar a otro puesto que el primero, aún cuando haya reinado la inestabilidad y la incertidumbre en la etapa clasificatoria. En el Play Off comenzamos de nuevo, y si el pitcheo sigue a buena altura, contamos con la principal carta para triunfar porque, ¿quien dijo que la garra se puede perder cuando todo un pueblo está a la expectativa de lo que harán sus guerreros?. No hay por qué apresurarse a poner a mi juicio el bello letrero de flores Villa Clara Campeón, martillando al televidente para que toda Cuba nos vea festejar antes de tiempo. Ni los peloteros ni los aficionados deben gozar de ese derecho. Del Play Off esperamos la entrega total en el terreno y la modestia en los labios, para que el disfrute sea mayor, si tenemos la dicha de vitorear al tan largamente esperado Equipo Campeón. 

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